Sara De La Sobera - 10.° grado
La doble cara
de los demagogos
“Si nos fijamos en la historia de la demago-
gia y el fascismo, siempre sucede al reunirse dos
condiciones. Requiere un pueblo manso para
permitir que suceda, ya sea a través de la pe-
reza, la ignorancia o la ineptitud, pero también
requiere un sector de la población muy enojada
e insatisfecha quienes quieren respuestas egre-
giamente simples a problemas muy complica-
dos.”
—R ichard M elville H all (M oby )
"[Los demagogos] son los que hacen consis-
tir la sabiduría en conocer lo que desea la multi-
tud reunida, lo que la lisonjea."
—P latón , L a R epública , L ibro VI
Nuestro país es uno de entre cientos que
han tenido políticos demagogos. Siempre exis-
ten esas preciosas raras excepciones, pero la
realidad es que la demagogia es cada vez más
común por donde sea que se mire. La herramien-
ta preferida de todo demagogo es la promesa
hueca e ilusoria; según el público que tienen
delante, lanzan compromisos al aire con tal de
ganarse el favor y el voto. Incluso al político con
las mejores intenciones le resulta difícil cum-
plir con todas sus promesas, pero los demago-
gos prometen aun sabiendo que no cumplirán.
Muchas personas piensan que los demagogos
son personas malvadas cuyas intenciones son
evidentes, pero en realidad es todo lo contrario.
Aparentan ser las personas más buenas y virtuo-
sas, y por esa misma razón tienen la capacidad
de controlar a la multitud ignorante, la que se
34
Travesía • revista estudiantil