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44 El trabajador social como actor es un ser responsable en la acción, comprometido con un acto transformador que es de su responsabilidad, que implica una toma de conciencia cultural. Sintetizando, el profesional reflexivo es aquél que interpreta su realidad, que tiende a realizar un diálogo interno con las situaciones en las que interviene, es crítico, es aquél que experimenta constantemente distintas estrategias de acción y que reformula las explicaciones que se hace de la realidad entre otras. Está al servicio de la necesidad de las personas, existe flexibilidad con la realidad que tejen las personas. El profesional reflexivo es el puente entre la teoría y la práctica. Y la tarea del trabajador social es devolver tanto a la teoría como a la práctica todo el cúmulo de saberes que están presentes en su intervención. Ésta es la intención del presente estudio, en donde la construcción de modelos representa un buen puente entre teoría y práctica – práctica y teoría. 1.4 TRABAJO SOCIAL Y NECESIDADES HUMANAS: Una Tensión entre la Planificación y el Arte: La labor del Trabajador Social en el ámbito de las necesidades, muchas veces es mal entendida por los profesionales, dándole a la profesión un carácter meramente asistencial, ello ocurre con frecuencia en el sector público, en donde el Trabajador Social pasa a ser sólo un mero administrador de recursos para la satisfacción inmediata de necesidades vitales de quienes acuden a solicitar sus servicios. El Trabajo Social es muchísimo más que eso, el Trabajador Social es un promotor del desarrollo humano que tiene conocimientos y habilidades (debiera tenerlos, ya que es un requisito para constituirse en profesión) que le sirven para potenciar capacidades latentes en sujetos con los que interactúa, y facilitar el cambio de situaciones que afectan la calidad de vida de dichos sujetos. Daniela Sánchez y Ximena Valdés definen el Trabajo Social como “práctica de intervención social que tiene una intencionalidad transformadora (...) busca una sociedad democrática (que es su utopía), donde sea posible una calidad de vida digna 91 Zúñiga, R.; 1996. P. 15.