TRABAJO SOCIAL | Page 25

25 RECAPITULANDO: A pesar de la ambigüedad del concepto profesión se ha logrado admitir ciertos elementos que permiten definirlo. Una profesión requiere de un cúmulo de conocimientos de cierto nivel de complejidad, en este estudio se han distinguido dos tipos de conocimiento, que conceptualmente se definen: uno como conocimiento teórico, que se adquiere en el proceso de formación académica, y otro denominado saber práctico que es un tipo de aprendizaje dado por el hacer, en la experiencia. Las profesiones hablan de un conocimiento socialmente aceptado como válido, hay una acción reconocida dada por la eficacia de ésta. Representan poder social que nace del conocimiento que manejan los profesionales y el que les otorgan las personas con las que trabajan, los recursos que poseen por medio del marco institucional bajo el cual actúan. La acción profesional tiene un carácter ético moral, esta acción requiere ser guiada por un código ético, ya que existe en el proceso de intervención, un constante dirimir entre intereses del propio profesional, de la institución y de los que son sujetos de atención. Las profesiones hacen una contribución a las necesidades sociales al contar con un análisis que legitima su acción y que le otorga grados de autonomía. Un profesional del área social, en donde se da una constante interacción con las personas requiere tener vocación, que disfrute de lo que hace, ya que está expuesto a tensiones que se presentan en la compleja realidad y por ende, a sufrir desgaste en su quehacer. Para ello es importante mantener un continuo proceso reflexivo, que permita un aprendizaje facilitador para su acción. Al hacer una aproximación a lo que es el trabajo social, queda claro que el trabajador social se mueve en el ámbito de lo humano, pues trabaja con personas, y todo lo que realiza afecta a la sociedad en su conjunto. Se mueve en la realidad de las fuerzas, potencialidades y de las demandas sociales33 y de las carencias, de la 33 Sanchez y Valdez; 1989. P. 69.