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que no compensan la cantidad de trabajo y la tensión que dicho trabajo produce, los
profesionales se cansan y se convierten en meros “hacedores”: “Tienes que irte
adecuando un poco a los marcos institucionales en que ya estás, que tienen ya una
dinámica propia...” (A.S) “... yo creo que la municipalidad, por características
meramente administrativas, uno se tiene que adecuar a este engranaje. Es el profesional
el que tiene que adaptarse al esquema, al escenario, al municipio (...) para algunos es
más difícil que para otros. Para mí en lo personal, bastante difícil, me carga tener esa
ruma de papeles, me carga que un papel pase a otra sección y que duerma y despierte a
las 2 semanas, y que pase por otras y por otras, y al final de cuentas demora cuanto...”
(A.S). Esta situación de tanto trámite genera un desgaste en los profesionales. La visión
tan negativa de los trabajadores sociales, puede ser producto de que desde los inicios de
la profesión, el trabajo social se caracterizó por cumplir un rol de asignador de recursos,
ello se estableció más aún a nivel público, debido a las características políticas del país
dadas durante el régimen militar, este tipo de acción social limita la iniciativa. Puede ser
que la burocracia en el municipio se institucionalizó en nuestro país por una cuestión de
desconfianza, el exceso de papeles, el exceso de justificación de nuestras acciones,
hacen pensar que siempre está el riesgo de que alguien nos mienta, nos engañe, de que
no se actúe conforme a valores, entonces, mas que un problema de recursos, sería un
problema ético. La cuestión aquí, es que muchos trabajadores sociales se quedaron en
eso, se desgastaron, perdieron el entusiasmo y sus utopías, y necesitan retroalimentarse.
“Yo creo, por lo menos, que tiene que ver en el cómo se concibe el T.S., tanto como cual
es el perfil del departamento... pero también tiene que ver con lo que históricamente se
piensa del T.S. (...) por ejemplo, aquí es lamentable, a mí me tocó estar casi una semana
entregando polietileno, y eso lo puede hacer cualquiera, pero ¿por qué tendría que
estar un Trabajador Social haciendo eso? A un abogado no se lo piden (...) es una
pérdida de recursos humanos, pero había que hacerlo, porque o si no nadie lo hacía.
Tiene que ver con el dar cuenta que el T.S. da para mucho” (A.S).
2. Respecto del trabajo que le toca realizar al Asistente Social:
Se vislumbra claramente en el discurso de los profesionales a cargo de
programas de adulto mayor, una crítica al Municipio, una crítica a la visión que se tiene
de los trabajadores sociales,
la que los propios profesionales han fomentado. Se
considera al T.S. como “al servicio de todos y para todo”, “maestro chasqui llas”. Está
ligado, de cierta forma a los valores, a la idea de que donde haya necesidades el T.S