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quieren. Requiere de la intuición profesional también, de su experiencia, de mantener
un lenguaje claro, de conocer los códigos culturales en los cuales se está inserto:
“...Tú tienes que ser como un detective, ir sacando del contexto que ellos te están
contando, las cosas que te van sirviendo...” (Experto). El trabajador social interactúa
con los sujetos, y al relacionarse se produce un intercambio de mundos, de sentidos y
significados, y que es necesario conocer para lograr comprenderlos y actuar en ellos.
Schön plantea que en este proceso de “intercambio de mundos”, como profesional
práctico, que hace, que transforma y crea en la práctica, el trabajador social se
encuentra en su quehacer con problemas que no son “estructuras bien organizadas”,
mas bien son situaciones “poco definidas y desordenadas”, y para poder actuar debe
construir un problema. Elige y denomina en lo que va a reparar, selecciona puntos de
atención y les da coherencia.192
5. Honestidad y transparencia:
Tiene estrecha relación con el discurso con que se plantean los profesionales
frente a los adultos mayores; establecer acuerdos que sean claros, que contemplen las
posibles limitantes: "... pero también he sido muy abierto con ellos, muy honesto y
transparente, y eso nos ha dado un acercamiento. (Experto). Se develan de los
discursos implícitos en las entrevistas narrativas analizadas, dos principios que
concuerdan con lo planteado por la autora Sela Sierra193: el principio de autenticidad,
donde “el verdadero diálogo se establece a partir del recíproco testimoniarse como
uno mismo en el pronunciamiento libre y comprometido de la propia palabra”, es
decir, plantearse ante el otro como un profesional que es ser humano, que está a un
nivel equivalente al