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distintos y que las diferencias en los
procesos escolares no llegan a sobre-
ponerse sobre las que ya traen los
alumnos de su medio familiar.
El resto de los factores tiene una influen-
cia menor y hasta cierto punto esperable como,
por ejemplo, el efecto negativo del absentismo
escolar. Son de destacar, sin embargo, el efec-
to perjudicial del absentismo escolar, la
importancia de la comunicación cultural en el
seno de la familia, la relativa importancia de
que las aulas no sean demasiado pequeñas y el
hecho de que en lectura las alumnas obtengan
resultados algo mejores que los alumnos, lo
que viene a sugerir un modo de instalación de
las alumnas en el sistema educativo que resulta
ser, en esta área en concreto, más eficaz que el
de los alumnos varones.
y confuso, y dado también que es una
característica fácilmente maleable por
la política educativa, sería conveniente
iniciar un proceso de reflexión sobre
las condiciones en que se establece y
regula la promoción de curso.
La importancia de la práctica de la lec-
tura voluntaria. Dado su carácter
voluntario, este factor es mucho menos
maleable por el sistema educativo,
pero pese a todo es indudable que
medidas que potencien el gusto por la
lectura, tanto aumentado el tiempo
dedicado a leer dentro del horario
escolar como adaptando al gusto cam-
biante de las nuevas generaciones la
selección de lecturas recomendadas,
contribuirán a que nuestros alumnos
lean no sólo más sino sobre todo mejor.
La importancia de la realización de
deberes escolares en casa. El refuerzo a
los aprendizajes que proporciona crea
una diferencia apreciable en los resul-
tados. Supone una prolongación de las
horas de aprendizaje al año en una
cuantía que difícilmente tendría cabi-
da dentro del horario escolar.
La considerable influencia del factor
ISEC promedio del centro termina sien-
do, hasta cierto punto, un resultado
inesperado. El índice de la riqueza cul-
tural y económica de la familia tiene
una mayor influencia en los resultados
cuando aparece aglomerado por cen-
tros que cuando se considera como un
atributo individual de los alumnos. Por
el cálculo del modelo de regresión
sabemos que en ese factor se subsume
la mayor parte de la influencia de otros
factores que describen los procesos
escolares en los centros educativos.
Lamentablemente esto viene a sugerir
que la diferencia entre los diversos
tipos de centros prácticamente se
reduce a que acogen alumnos que pro-
vienen de sectores y estratos sociales
El valor añadido educativo según la
titularidad de los centros docentes
En el modelo global se ha pretendido estu-
diar, para el conjunto de los alumnos, la
influencia de los diferentes factores en los
resultados en lectura y, por ello, no se ha
incluido ninguna referencia a la titularidad
del centro. Pero la exploración del capítulo
anterior mostró que existen marcadas dife-
rencias en el rendimiento en lectura entre
los alumnos según la titularidad del centro al
que asisten. Los alumnos de los centros
públicos puntúan en promedio menos que
los de los centros privados concertados y
éstos a su vez menos que los de los no-con-
certados. Una buena parte de esa diferencia
en el rendimiento es debida a las distintas
características personales y familiares de los
alumnos y, en particular, a todas las facilida-
des y predisposiciones adicionales para un
mejor rendimiento que habitualmente con-
lleva el distinto grado de riqueza cultural y
económica de la familia de origen. Pero es
previsible que otra parte de la diferencia
consista en que los procesos escolares que se
desarrollan en los distintos tipos de centros
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