gir con total libertad el centro al que desean
enviar a su hijo, aunque tienen garantizado
un puesto escolar en algún centro público
de su entorno de residencia.
En el caso de los centros privados,
especialmente de los concertados, es fre-
cuente –pero no universal– que la propie-
dad corresponda a una institución de carác-
ter religioso. El profesorado es contratado,
no funcionario, y no ha sufrido un proceso
de selección tan riguroso como en los cen-
tros públicos. La dirección, que ha de cum-
plir ciertos requisitos mínimos de índole
pedagógica, es designada por el titular del
centro. La organización y el funcionamien-
to de los centros privados suele estar mucho
mando de la administración educativa
correspondiente. En el momento de la apli-
cación de PISA 2000, la administración de
los centros públicos había sido transferida a
las respectivas Comunidades Autónomas en
dos tercios del territorio nacional y depen-
día directamente del Ministerio de
Educación en el tercio restante. No es exa-
gerado afirmar que el conjunto de los cen-
tros públicos parece manifestar un funcio-
namiento que tiende a la burocratización,
más atento a perseguir los mínimos que
estimulado a conseguir los máximos. El
alumnado de los centros públicos tiene
acceso gratuito a todas las enseñanzas y
actividades pero las familias no pueden ele-
p Figura 4.3
Puntuaciones obtenidas y frecuencias en porcentaje según tipo de titularidad del centro docente
511
493
478
450
400
543
550
600
500
Titularidad del centro docente
Titularidad del centro docente
Total 60,7% 34,3% 5,0%
Alumnas 60,0% 35,5% 4,5%
Alumnos 61,0% 33,4% 5,6%
Nivel < 1 83,6% 15,5% 0,9%
Nivel 1 74,6% 24,8% 0,5%
Nivel 2 66,9% 30,3% 2,8%
Nivel 3 59,5% 35,3% 5,2%
Nivel 4 46,8% 44,0% 9,2%
Nivel 5 37,8% 48,2% 14,0%
ISEC bajo 78,8% 20,9% 0,3%
ISEC semibajo 68,5% 30,8% 0,7%
ISEC semialto 55,8% 41,3% 2,8%
ISEC alto 39,6% 44,1% 16,2%
Público
Concertado
No-concert.
350
0%
[ 78 ]
20%
40%
60%
80%
100%