alumnado mediocre no terminará desarro-
llando todas sus potencialidades. Así como
el índice ISEC individual es uno de los más
potentes predictores del rendimiento, los
estudios preexistentes demuestran que el
valor promedio del índice ISEC en cada cen-
tro funciona como un atractor colectivo aún
más potente. De hecho, en el estudio PISA
este factor presenta, entre los atribuibles al
centro y al aula, la correlación más elevada
(véase la Figura 4.1) con el rendimiento en
lectura.
La Figura 4.2 ha sido construida orde-
nando los 185 centros de la muestra por su
titularidad (primero los centros públicos,
luego los privados concertados y por último,
los privados no-concertados) y dentro de
cada uno de estos tres grupos por el valor de
su promedio ISEC. Recuérdese que la escala
del índice ISEC tiene una media de 100
puntos y una desviación típica de 20, y en la
figura se encuentra situada en la vertical
izquierda. Por debajo de los puntos que
representa los promedios de ISEC se han
situado las puntuaciones promedio en lec-
tura atribuibles a cada centro. Estas puntua-
ciones se expresan en una escala con media
500 y desviación típica 100 situada en la
vertical derecha.
Los puntos que representan el prome-
dio ISEC de cada centro forman tres líneas
ascendentes. Es considerable el salto que se
produce en el paso de los centros públicos a
los privados concertados y también el que
se produce entre éstos últimos y los priva-
dos no-concertados. La figura muestra que
la mayoría de los centros públicos atiende a
una población con un promedio ISEC infe-
rior a la media mientras que eso sólo es
cierto de algo menos de la tercera parte de
los centros concertados y de ninguno de los
no-concertados. El abanico de promedios
ISEC en los centros públicos y en los con-
certados es similar y equivale aproximada-
mente a 40 puntos en la escala (dos desvia-
ciones típicas). En el caso de los centros
Aunque todos ellos son factores propios
del centro educativo, los datos han sido pon-
derados por el número de alumnos afectados.
Por tanto, no puede interpretarse un deter-
minado valor porcentual como porcentaje de
centros en los que ocurre tal situación, sino
que ha de ser leído como porcentaje de alum-
nos escolarizados en centros donde se produ-
ce tal situación.
A continuación se explorará por separa-
do cada uno de estos factores.
Nivel socio-económico
y cultural promedio del centro
Es ya tradicional en los estudios recientes
de evaluación educativa considerar como
una característica del centro educativo el
promedio del nivel socio-económico y cul-
tural de los alumnos que acoge. La vida aca-
démica y los resultados educativos obteni-
dos en los centros de enseñanza están muy
marcados por el tipo de población estudian-
til que escolariza. En el caso de los centros
privados parece también haber una cierta
especialización de éstos en atender a una
determinada capa de la población caracteri-
zada a veces por una determinada adscrip-
ción ideológica o religiosa o, especialmente
en el caso de los centros privados no-con-
certados, por una determinada capacidad
económica, la que permite sufragar los gas-
tos de escolaridad sin ninguna ayuda del
estado.
Por otro lado, los estudios también
muestran que el promedio socio-económico
del centro funciona como un buen predictor
del rendimiento individual de sus alumnos.
En un centro docente, los resultados de un
alumno tienden a experimentar un cierto
efecto de atracción o arrastre por los resul-
tados del conjunto hacia un extremo u otro
de sus capacidades de aprendizaje: un alum-
no de por sí mediocre inserto en un centro
poblado por alumnos brillantes tenderá a
mejorar su rendimiento y un alumno bri-
llante inserto en un centro con mayoría de
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