favor de los alumnos en matemáticas y sin
ninguna diferencia en ciencias. Ahora resulta
conveniente examinar con un poco más de
detenimiento este factor, cuyo valor predictivo
para el rendimiento en lectura es apreciable.
Género del alumnado
Las diferencias en el rendimiento según el
género del alumnado ya han sido examinadas
en el capítulo anterior con el resultado de una
diferencia a favor de las alumnas en lectura, a
p Figura 3.3
Puntuaciones obtenidas y frecuencias en porcentaje según el género del alumnado
Global
Género del alumnado
Alumnas Alumnos
550
500
505
493
481
Género del alumnado
Alumnas Alumnos
Total
50,8% 49,2%
Nivel < 1
Nivel 1
Nivel 2
Nivel 3
Nivel 4
Nivel 5 26,2%
39,5%
46,8%
55,8%
56,9%
55,3% 73,8%
60,5%
53,2%
44,2%
43,1%
44,7%
Públicos
Concertados
No-concert. 50,4%
52,3%
45,4% 49,6%
47,7%
54,6%
ISEC bajo
ISEC semibajo
ISEC semialto
ISEC alto 51,4%
52,4%
48,5%
50,7% 48,6%
47,6%
51,5%
49,3%
Alumnas
Alumnos
450
400
350
0%
20%
40%
60%
80%
100%
significativas en ningún caso. Tampoco lo
son, como es previsible, cuando se ponen en
relación con los distintos cuartiles del nivel
socio-económico y cultural.
En cuanto al desglose de la puntuación en
lectura por el género del alumnado, el gráfico
izquierdo de la Figura 3.3 sirve de recordato-
rio de la diferencia de 24 puntos a favor de las
alumnas ya presentada en el capítulo anterior.
En la Figura 3.4 se presentan tres gra-
dientes de regresión –global, de alumnas y de
alumnos– en relación con el índice ISEC, en
el eje horizontal, y la puntuación en lectura,
en el eje vertical. Los gradientes no incluyen
el 5% de sujetos extremos. Los puntos inser-
tos en los gradientes señalan la posición res-
pectiva de los percentiles 5, 25, 50, 75 y 95.
La Figura 3.3 muestra la distribución por
género del alumnado según los diversos fac-
tores de referencia. El porcentaje de alumnas
es ligeramente mayor que el de alumnos lo
que no supone ninguna novedad demográfica.
Esta ligera superioridad de las alumnas se
mantiene en los tres niveles superiores de
rendimiento, acrecentada por el hecho de que
en los niveles inferiores es mucho más abun-
dante la presencia de alumnos. El bajo rendi-
miento en lectura parece ser, pues, patrimo-
nio de los alumnos. La distribución por géne-
ro en los centros públicos es totalmente simi-
lar a la del conjunto y aparece algo sesgada
hacia la presencia de alumnas en los centros
privados concertados y algo en contra en los
no-concertados, pero las diferencias no son
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