TOM SOWYER Tom Sawyer - Mark Twain | Page 50

Tom Sawyer www.librosmaravillosos.com Mark Twain El artista erigió delante de la casa un hombre que parecía una grúa. Podía muy bien haber pasado por encima del edificio; pero la niña no era demasiado crítica, el monstruo la satisfizo, y murmuró: -Es un hombre muy bonito... Ahora píntame a mí llegando. Tom dibujó un reloj de arena con una luna llena encima y dos pajas por abajo, y armó los desparramados dedos con portentoso abanico. La niña dijo: -¡Qué bien está! ¡Ojalá supiera yo pintar! -Es muy fácil -murmuró Tom-. Yo te enseñaré. -¿De veras? ¿Cuándo? -A mediodía. ¿Vas a tu casa a almorzar? -Si quieres, me quedaré. -Muy bien, ¡al pelo! ¿Cómo te llamas? -Becky Thatcher. ¿Y tú? ¡Ah, ya lo sé! Thomas Sawyer. -Así es como me llaman cuando me zurran. Cuando soy bueno, me llamo Tom. Llámame Tom, ¿quieres? -Sí. Tom empezó a escribir algo en la pizarra, ocultándolo a la niña. Pero ella había ya abandonado el recato. Le pidió que se la dejase ver. Tom contestó: -No es nada. -Sí, algo es. -No, no es nada; no necesitas verlo. -Sí, de veras que sí. Déjame. -Lo vas a contar. -No. De veras y de veras y de veras que no lo cuento. -¿No se lo vas a decir a nadie? ¿En toda tu vida lo has de decir? -No; a nadie se lo he de decir. Déjame verlo. -¡Ea! No necesitas verlo. -Pues por ponerte así, lo he de ver, Tom -y cogió la mano del muchacho con la suya, y hubo una pequeña escaramuza. Tom fingía resistir de veras, pero dejaba correrse la mano poco a poco, hasta que quedaron al descubierto estas palabras: Te amo. 50 Preparado por Patricio Barros