TOM SOWYER Tom Sawyer - Mark Twain | Page 51

Tom Sawyer www.librosmaravillosos.com Mark Twain -¡Eres un malo! -y le dio un fuerte manotazo, pero se puso encendida y pareció satisfecha, a pesar de todo. Y en aquel instante preciso sintió el muchacho que un torniquete lento, implacable, le apretaba la oreja y al propio tiempo lo levantaba en alto. Y en esa guisa fue llevado a través de la clase y depositado en su propio asiento, entre las risas y befa de toda la escuela. El maestro permaneció cerniéndose sobre él, amenazador, durante unos instantes trágicos, y al cabo regresó a su trono, sin añadir palabra. Pero aunque a Tom le escocía la oreja, el corazón le rebosaba de gozo. Cuando sus compañeros se calmaron, Tom hizo un honrado intento de estudiar; pero el tumulto de su cerebro no se lo permitía. Ocupó después su sitio en la clase de lectura, y fue aquello un desastre; después en la clase de geografía, convirtió lagos en montañas, montañas en ríos y ríos en continentes, hasta rehacer el caos; después, en la de escritura, donde fue «rebajado» por sus infinitas faltas y colocado el último, y tuvo que entregar la medalla de peltre que había lucido con ostentación durante algunos meses 1 . 1 N. del T. En algunas escuelas primarias de Estados Unidos y Gran Bretaña, era costumbre hacer encuentros de deletreo, haciendo formar una fila a los alumnos, e irles preguntando palabras. El puesto en la fila era de gran importancia. A todo esto se refiere la anécdota de este párrafo. 51 Preparado por Patricio Barros