Tom Sawyer
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Mark Twain
Capítulo 25
En busca del tesoro enterrado
Llega un momento en la vida de todo muchacho rectamente constituido en que
siente un devorador deseo de ir a cualquier parte y excavar en busca de tesoros. Un
día, repentinamente, le entró a Tom ese deseo. Se echó a la calle para buscar a Joe
Harper, pero fracasó en su empeño. Después trató de encontrar a Ben Rogers: se
había ido de pesca. Entonces se topó con Huck Finn, el de las Manos Rojas. Huck
serviría para el caso. Tom se lo llevó a un lugar apartado y le explicó el asunto
confidencialmente. Huck estaba presto.
Huck estaba siempre presto para echar una mano en cualquier empresa que
ofreciese
entretenimiento
sin
exigir
capital,
pues
tenía
una
abrumadora
superabundancia de esa clase de tiempo que no es oro.
-¿En dónde hemos de cavar?
-¡Bah!, en cualquier parte.
-¿Qué?, los hay por todos lados.
-No, no los hay Están escondidos en los sitios más raros...; unas veces, en islas;
otras, en cofres carcomidos, debajo de la punta de una rama de un árbol muy viejo,
justo donde su sombra cae a media noche; pero la mayor parte, en el suelo de
casas encantadas.
-¿Y quién los esconde?
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Preparado por Patricio Barros