TOM SOWYER Tom Sawyer - Mark Twain | Page 129

Tom Sawyer www.librosmaravillosos.com Mark Twain -De veras que sí, tía. Que no me mueva de aquí si no lo tuve. -No mientas, Tom, no mientas. Con eso no haces más que agravarlo. -No es mentira, tía, es la pura verdad. Quería que usted no estuviera pasando malos ratos; para eso sólo vine aquí. -No sé lo que daría por creerlo: eso compensaría por un sinfín de pecados, Tom. Casi me alegraría que hubieses hecho la diablura de escaparte; pero no es creíble, porque ¿cómo fue que no lo dijiste, criatura? -Pues mire, tía: cuando empezaron a hablar de los funerales me vino la idea de volver allí y escondernos en la iglesia, y, no sé cómo, no pude resistir la tentación, y no quise echarla a perder. De modo que me volví a meter la corteza en el bolsillo y no abrí el pico. -¿Qué corteza? -Una corteza donde había escrito diciendo que no s habíamos hecho piratas. ¡Ojalá se hubiera usted despertado cuando la besé!, lo digo de veras. El severo ceño de la tía se dulcificó y un súbito enternecimiento apareció en sus ojos. -¿Me besaste, Tom? -Pues sí, la besé. -¿Estás seguro, Tom? -Sí, tía, sí. Seguro. -¿Por qué me besaste? 129 Preparado por Patricio Barros