Esta falacia tiene dos formas de presentarse: la llamada falacia ad hominem circunstancial de intereses personales y la falacia de autocontradicción.
FALACIAS INFORMALES
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Transferencia de propiedades
El argumento anterior, defiende la conclusión de que la teoría de Martín Heidegger es falsa, pero en lugar de ofrecer razones pertinentes para defender dicha afirmación, se ataca a la persona que sostiene esa teoría, invalidando su teoría
Falacia contra la persona circunstancial
Falacia contra la persona circunstancial
de intereses personales
Esta falacia también se le denomina como: envenenamiento del pozo, cuando se desacredita la autoridad de alguien, señalando que su posición se halla viciada por intereses personales. Por ejemplo:
"Olivia dice que es recomendable que usemos cosméticos que no hayan sido probados en animales, pero no hay que hacerle caso, pues como ella los vende, es obvio que tiene que promoverlos".
Falacia contra la persona circunstancial
de autocontradicción
"Lucio se la pasa repitiéndome que todos deberíamos ser morales, pero es falso, pues él es la persona más inmoral que conozco".
Apelación a la autoridad
Esta falacia tiene dos tipos de autoridad: individual y colectiva
Apelación a la autoridad individual
También se le conoce con el nombre de tu quoque o "tú también" y se comete cuando se argumenta que dado que una persona afirma algo y hace lo contrario, es incongruente y por ello es falsa cualquier afirmación que haga relacionada con su acción. Por ejemplo :
Tambien se le conoce como ad verecundiam e incurrimos en ella cuando se considera algo como verdadero porque reconocemos a quien lo dice, es decir, se transfiere la propiedad de aceptabilidad de sus cualidades como persona a sus afirmaciones. Ésta es la otra cara de la falacia ad hominem. Por ejemplo :
"El aborto es inmoral, pues el mismo Santo Tomás se oponía a él".
Apelación a la autoridad colectiva
A esta falacia también se le conoce como ad populum y se comete cuando se apela a la mayoría, a la tradición o a la autoridad de una minoría para la aceptación de una conclusión, en lugar de ofrecer razones o premisas pertinentes. Por ejemplo :
"La película Los cuatro amigos ha roto récord de taquilla, siete millones de personas la han visto, entonces tiene que ser una buena película, pues todas ellas no pueden estar equivocadas ".