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48 H uaylarsh M oderno : códigos , raíces y modernidad des andinas, a los apus, achachilas, uywiris y a la Pachamama, (…) agradeciendo los primeros frutos, se le solicita también prosperidad en casa, en la familia, en los bienes, negocios, profesiones, etc. Siempre en fiesta general.» (HAYLLI, 2011, pág. 11). Este concepto de carnaval está mal emparentado a las fiestas religiosas andinas pues no es correcto juzgar con un pensamiento occidental las fes- tividades o el comportamiento de otras culturas. Asimismo no es correcto pretender que el proceso de mestizaje de alguna cultura confluya en la trans- formación esencial de sus costumbres. Muchas festividades en el Perú han surgido de la influencia colonial (pensamiento occidental español cristiano), otras producto de la imposición o del mestizaje. No todo lo que coincida con las fechas del carnaval occidental merece el mismo tratamiento. El Huaylarsh periódicamente coincide con estas fies- tas paganas, vale decir que tiene fechas en las que no tiene nada que ver con el carnaval. Las fiestas de carnaval contravenían a toda moral y los cánones instaurados por la iglesia, donde la carne llama y da rienda suelta a sus ins- tintos. El Huaylarsh no contraviene a moral alguna, no ve el mundo como lo hace el cristiano, es más bien un rito festivo de reciprocidad en el que el wanka se conecta con su progenitora la Pachamama. El Huaylarsh es una fies- ta religiosa, ya lo había referido Arguedas, pero religioso desde la cosmovisión del hombre andino, así ¿cómo una celebración religiosa podría emparentarse con alguna fiesta que contraviene a su propia moral o religión? no es lo mis- mo decir que el Huaylarsh tiene influencia del mundo occidental, a que el Huaylarsh sea, por coincidencia periódica de sus fechas, carnaval. Asimismo notamos actualmente elementos que pueden confundir es- porádicamente al Huaylarsh, especialmente el moderno, con alguna fiesta de carnaval, tales son el talco y la serpentina. Éstos sirven para jugar, espolvo- reando con uno el rostro y las ropas, y colocando la otra alrededor del cuello. Esto lo evidenciamos con mayor algarabía en la entrada de la coreografía del Huaylarsh moderno, los cuales resaltan el colorido de las prendas que en sí mismas ya son muy vistosas. Color, rostros manchados con talco, serpentina y euforia, han hecho que se insista en la equivocada concepción de que el Huaylarsh moderno sea de carnaval, no olvidemos que este Huaylarsh es una extensión del antiguo, compartiendo sus raíces y su esencia prehispánica. También podemos evidenciar el juego que se hace con la ortiga, elemento