Nueva Escuela Secundaria de la Ciudad de Buenos Aires
entre información científica y de divulgación utilizando
criterios fundados en cuestiones científicas y tecnológicas básicas.
La presentación de los contenidos desde una perspectiva histórica –es decir, teniendo en cuenta el contexto sociohistórico y los paradigmas existentes en esa
época– facilita la comprensión de esta concepción de
ciencia por parte de los alumnos.
Por otro lado, la resolución de problemas en la ciencia actual exige diseñar estrategias de trabajo, modelizar,
corregir y volver a diseñar nuevas estrategias, etcétera.
Es posible lograr una mayor comprensión de los modos
de construcción de la ciencia creando situaciones áulicas en las que los alumnos se enfrenten a la necesidad
de resolver situaciones problemáticas, para lo que deberán buscar información, tanto desde el marco teórico
conceptual como experimental.
En síntesis, la enseñanza actual de la química comparte con las otras disciplinas científicas la responsabilidad de favorecer, en los alumnos, la adquisición de
ciertas capacidades básicas relacionadas con la sólida
formación integral humanista y científico-tecnológica
que nuestra sociedad necesita.
La enseñanza de la química en la escuela secundaria necesita, por un lado, una mayor formalización de
los conceptos básicos trabajados en el nivel primario,
en tanto estos constituyen la base a partir de la cual es
posible estructurar nuevos conocimientos, y por otro,
conceptos específicos de este nivel.
El tratamiento de estos contenidos científicos debe
constituirse en una poderosa herramienta que permita la interpretación de los fenómenos naturales y provocados por el hombre, contribuyendo a superar la
NES
disociación que suele darse entre la química escolar y
la realidad cotidiana. Sin embargo, dicha superación,
así como la comprensión de teorías y modelos, no se
producen fácilmente ni de una sola vez. Teniendo en
cuenta este aspecto, la enseñanza de la química, al
igual que la de las demás ciencias naturales, debe
centrarse en determinados conceptos estructurantes,
aquellos “cuya construcción por parte de los estudiantes les permita transformar el sistema cognitivo, y
facilite la adquisición de nuevos conocimientos, que
organicen los datos de otra manera y modifiquen, si
fuera necesario, los conocimientos anteriores” (Gagliardi, 1985 ).
Es por ello que se propone una secuencia de enseñanza espiralada, volviendo sobre los conceptos cada
vez que sea posible y/o necesario, aumentando el nivel
de complejidad, análisis y profundización de los mismos.
En relación con la organización de los contenidos,
se los agrupa en ejes que retoman algunos contenidos
trabajados en la asignatura Físico-química, esta vez
con mayor grado de amplitud y profundidad en su tratamiento, e incorporando otros contenidos específicos.
Dichos ejes son:
La materia y la ciencia química.
La estructura de la materia.
Las sustancias y los cambios (poniendo especial énfasis en las reacciones químicas y en la diversidad
de compuestos).
Energía y cinética involucradas en los cambios químicos.
Las relaciones cuantitativas que se establecen en las
reacciones químicas.
química
Ciclo Orientado del Bachillerato
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