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39 Técnica una bóveda dividida en cuatro sectores, mientras en la catedral de Bourges, iniciada un año más tarde, se mantiene el esquema primitivo de bóveda de planta cuadrada, subdividida en seis sectores por las nervaduras. La bóveda de Chartres tuvo mayor éxito estructural, lo cual queda demostrado en el uso posterior de este tipo de bóveda en las catedrales que la siguieron. Sin embargo, el arbotante, utilizado en ambas catedrales, resultó de mejor rendimiento en la versión utilizada en la catedral de Bourges, lo que se demuestra en la copia casi literal de este segundo elemento en las catedrales siguientes. El arbotante fue un elemento que afloró a la visión, pero que había sido ya utilizado como refuerzo oculto en el interior de las cubiertas, como demuestra la catedral de Durham que a finales del siglo XI había sido dotada de estos arcos ocultos.16 En la catedral de Reims, obra del maestro Jean d’Orbais, iniciada en 1211, se invierte el concepto de ventanal: no se concibe como un sistema de huecos de formas asociadas, como en Chartres, sino como una estructura de nervaduras, llamada tracería, entre cuyas líneas se establecen las superficies de los vitrales. Este vuelco del concepto de ventanal describe en miniatura, de algún modo, la revolución absoluta que el gótico supuso para el concepto de estructura. Así, la revolución técnica a finales de este proceso que podría abarcar todo el desarrollo de la arquitectura cristiana occidental, resulta ser una revolución del concepto estructural: consiguiendo una estructura de líneas de fuerza y no de masas inertes. Un entramado de piedra, una retícula de elementos comprimidos, que dirige el recorrido de las cargas en un sistema monolítico diferenciado.17 En la unidad de la piedra se supo diferenciar la estructura, que por aproxima- ción y tanteo conquista un conocimiento preciso de las trayectorias de las fuerzas que obran en ella, y que sólo serán comprobables teóricamente mucho más tarde. Incluso las cargas debidas al viento fueron contrarrestadas por las delicadas figuras de los arbotantes y de los pináculos. Y aunque el resto de la cristiandad en Occidente siguió modelos variables con respecto a la secuencia del gótico francés que se ha descrito, en términos generales, la pericia técnica se asemeja en la disparidad de territorios, y parece ser capaz de abstraer los motivos fundamentales de esta conquista en las diversas variaciones que subdividen el territorio. Puede decirse que la intuición técnica sobremontó la diversidad de tradiciones constructivas europeas, adaptando el esquema estructural nuevo a los modelos variables. El ejemplo que puede ponerse es el del gótico desarrollado en Catalunya que se nutre de la influencia del gótico francés, aunque se ciñe a la sección basilical mantenida en Italia desde la memoria de Roma, utilizando los recursos de la estructura reticulada para reafirmar una distinta relación entre naves, utilizando el sentido de los arcos externos para redefinir el papel de las bóvedas laterales.18 Bajo esta mirada puede cobrar sentido la delicada esbeltez de la iglesia de Santa María del Mar, intermedia en la secuencia probable de experiencias que inicia la Seo de Manresa y que cuenta con la apoteosis final de la catedral de Palma de Mallorca.19 Panofsky, Erwin, Arquitectura gótica y pensamiento escolástico, op. cit. 17 V. Paricio, op. cit. 18 Este modelo aparece también en el Mediodía francés, especialmente en la catedral de Narbona, a mediados del s. XIII. 19 El arquitecto-constructor de Santa Maria del Mar, Berenguer de Montagut, que fue el de la Seo de Manresa y, probablemente, participó en el primer proyecto de la catedral de Palma de Mallorca. 16 © Los autores, 2001; © Edicions UPC, 2001.