medio de esporas muy resistentes a temperaturas extremas, al vacío y a las
radiaciones. Estas hipótesis presenta serias objeciones porque:
. Ninguna espora conocida resiste las raciones cósmicas.
. En el espacio no hay atmósfera.
. Las temperaturas que se producen al entrar en la atmósfera terrestre son
tan elevadas que
es prácticamente imposible que cualquier forma de vida conocida la resista.
SÍNTESIS ABIÓTICA O TEORÍA QUIMIO-SINTÉTICA. Esta teoría es conocida
como de Oparin-Haldane, porque fue publicada en 1924 por el investigador
ruso Alexander I. Oparin, cuyos resultados coincidían con los del biólogo
inglés John D. S. Haldane, quien publicó sus experiencias cuatro años
después (1928).
Esta teoría ha sido ampliamente aceptada por los científicos modernos no
sólo de áre biológica, sino también por químicos, astrónomos, geólogos,
etcétera, porque su contenido coincide y refuerza a su vez las teorías de la
evolución molecular, las de origen y evolución del Universo y otras.
Parte de una Tierra muy joven y sin vida, que tenía una atmósfera carente de
oxígeno libre pero que contenía una gran cantidad de hidrógeno, por lo que
era fuertemente reductora; además, tenía algunos compuestos orgánicos
que se habían formado de manera abiótica.
El agua se acumuló en las partes profundas, en las que poco a poco se
fueron formando los cálidos mares primitivos, que cada vez se concentraban
más con productos nutritivos, debido a las constantes evaporaciones y
precipitaciones que sufrían. Por ello, Oparin les dio el nombre de “sopa
primigenia” o “caldo nutritivo”.
En algún momento fortuito de la evolución de los protobiontes más
complejos, surgieron algunos que Oparin llamó eubiontes, los que ya fueron
capaces de transmitir a sus descendientes la información de sus
características, gracias a la existencia de compues polimerizados que Oparín
consideró que fueron los precursores de los ácidos actuales. Se calcula que
esta evolución química en la Tierra tuvo una duración aproximada de 1,500 a
1,700 millones de años.
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