Test Drive | Page 9

El viento, que soplaba del sudoeste, era bueno, y el mar, ligeramente picado, no oponía resistencia al curso de los dos barcos, que en poco tiempo alcanzaron una velocidad superior a los doce nudos, velocidad realmente poco común en los barcos de vela, pero no extraordinaria para los barcos malayos, que llevan velas inmensas y son de casco estrechísimo y ligero. Los dos barcos con los que el tigre iba a empezar la audaz empresa no eran dos verdaderos praos, los cuales ordinariamente son pequeños y sin puente. Sandokán y Yáñez, que en lo tocante a cosas del mar no tenían rival en toda Malasia, habían modificado todos sus veleros para atacar con ventaja a las naves que perseguían. Habían conservado las inmensas velas, cuya longitud alcanzaba los cuarenta metros, e igualmente los mástiles, gruesos pero dotados de cierta flexibilidad, y los cabos de fibra de gamut y de rotang,11 más resistentes que las maromas y más fáciles de encontrar. En cambio, habían dado a los cascos mayores dimensiones, una forma más esbelta a la quilla, y a la proa una solidez a toda prueba. Además, en todos los barcos habían construido un puente y abierto agujeros en los costados para los remos; habían eliminado uno de los dos timones que llevaban los praos y suprimido los balancines para que no pudieran dificultar los abordajes. A pesar de que los dos praos se encontraban aún a una gran distancia de las islas Romades, hacia las cuales se suponía que se dirigía el junco descubierto por Kili-Dalú, apenas se corrió la noticia de la presencia de aquel barco, los piratas pusieron enseguida manos a la obra, para poder estar prestos para el combate.. Los dos cañones y las dos gruesas espingardas fueron cargados con el máximo cuidado; dispusieron en el puente una gran cantidad de balas y granadas para lanzarlas a mano, y luego fusiles, hachas, sables de abordaje, y colocaron en la borda los garfios de abordaje para lanzarlos sobre las jarcias del buque enemigo. Hecho esto, aquellos demonios, cuyas miradas ya se encendían de ardiente deseo, se pusieron en observación, unos sobre las batayolas, otros sobre los flechaste y otros a horcajadas sobre las vergas 12 todos ansiosos de descubrir el junco, que prometía un rico saqueo, pues tales naves procedían ordinariamente de los puertos de China. También Sandokán parecía participar de la ansiedad y excitación de sus hombres. Caminaba de proa a popa con paso nervioso, escudriñando la inmensa extensión de agua y apretando con una especie de rabia la empuñadura de oro de su espléndida cimitarra. A las diez de la mañana Mompracem desaparecía en el horizonte, pero el mar seguía desierto. Ni un escollo a la vista, ni una columna de humo que indicase la presencia de un piróscafo, 13ni un punto blanco que señalase la proximidad de algún velero. Una viva impaciencia empezaba a adueñarse de la tripulación de los dos barcos: los hombres subían y bajaban de los aparejos maldiciendo, artillaban las baterías con fusiles y hacían destellar las relucientes hojas de sus kriss envenenados y de las cimitarras. De pronto, poco después del mediodía, desde lo alto del palo mayor se oyó una voz: 11 El gamut, o gamuto, es un filamento que se extrae de la base de las hojas de las palmas y se usa para trenzar cuerdas y otros objetos en las islas Molucas y en Filipinas. La rotang, o rota, es una planta con cuyo tallo, delgado, sarmentoso, fuerte y que puede alcanzar hasta 80 m de alto, se pueden hacer bastones flexibles, respaldos de rejilla, etc., y por supuesto, cabos de embarcación. 12 . Batayola: Cajón donde se guardan de día los coyes o catres de la tripulación. Flechaste: Cada uno de los cordeles horizontales que, ligados a los obenques (véase la página 151, nota 1) a lo largo de las jarcias, sirven de escalones a la marinería para subir a ejecutar las maniobras en lo alto de los palos. Verga: Cada una de las perchas donde se aseguran las extremidades u orillas de las velas 13 . Buque de vapor. Página 9