La cornudilla. Hacia las Tres Islas53
La suspensión de la vida, como había dicho Sandokán, debía durar seis horas, ni un
segundo más ni un segundo menos, y en efecto así sucedió, pues, apenas fueron lanzados al
abismo, los dos piratas volvieron rápidamente en sí sin experimentar la más mínima alteración
de sus fuerzas.
Subieron a la superficie de un vigoroso impulso y enseguida echaron un vistazo a su
alrededor. A menos - de una gúmena54 descubrieron el crucero, que se alejaba a poco vapor
hacia oriente.
El primer movimiento de Sandokán fue seguirlo, mientras Juioko, completamente
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