Test Drive | Page 21

número 17, cerca de San Pablo. »Salí disparado, señor Holmes, pero cuando llegué a esa dirección me encontré con que se trataba de una fábrica de rodilleras artificiales y que allí nadie había oído hablar del señor William Morris ni del señor Duncan Ross. ––¿Y qué hizo entonces? ––preguntó Holmes. ––Volví a mi casa en Saxe-Coburg Square y pedí consejo a mi empleado. Pero no pudo darme ninguna solución, aparte de decirme que, si espera &