introducir el concepto de temperatura. Supongamos que los dos sistemas, que llamaremos A y B, están en equilibrio mecánico
cuando se les pone en contacto y se sueltan los pasadores. Esto es, supongamos que tienen la misma presión. Ahora supongamos que
suspendemos el contacto entre ellos y ponemos al sistema A en contacto con un tercer sistema C, equipado con un émbolo.
Supongamos que no se observa ningún cambio: deducimos que los sistemas A y C están en equilibrio mecánico y podemos afirmar
que se encuentran a la misma presión. Ahora supongamos que suspendemos el contacto entre ellos y ponemos al sistema C en
contacto mecánico con el sistema B. Incluso sin hacer el experimento, sabemos lo que ocurrirá: nada. Como los sistemas A y B se
encuentran a la misma presión, y los sistemas A y C se encuentran a la misma presión, podemos estar seguros de que los sistemas C y B
estarán a la misma presión y que la presión es un indicador universal de equilibrio mecánico.
Ahora pasemos de la mecánica a la termodinámica y al mundo de la ley cero. Supongamos que el sistema A posee paredes rígidas
de metal y el sistema B también. Cuando los pusiéramos en contacto, podrían experimentar algún tipo de cambio físico. Por ejemplo,
su presión podría cambiar o podríamos observar un cambio de color a través de una mirilla. En el lenguaje cotidiano diríamos que «se
ha transmitido calor de un sistema a otro» y, por consiguiente, sus propiedades habrán cambiado. Sin embargo, no crean que ya
sabemos lo que es el calor: tal misterio es un aspecto más de la ley cero, y todavía ni siquiera hemos llegado a ella.
Podría ocurrir que no hubiera cambio alguno cuando pusiéramos los dos sistemas en contacto, incluso aunque sean de metal. En
tal caso, decimos que ambos sistemas están en equilibrio térmico. Consideremos ahora tres sistemas (figura 2), igual que hicimos
cuando hablábamos de equilibrio mecánico. Se observa que si A y B se ponen en contacto y resultan estar en equilibrio térmico, y B y
C se ponen en contacto y resultan estar en equilibrio térmico, cuando C se pone en contacto con A siempre resultan estar en equilibrio
térmico. Esta observación algo manida es el contenido esencial de la ley cero de la termodinámica:
Si A se encuentra en equilibrio térmico con B, y B se encuentra en equilibrio térmico con C, entonces C está en equilibrio térmico con A.
Hemos visto que la presión es una propiedad física que nos permite predecir si los sistemas estarán en equilibrio térmico al ponerlos
en contacto, independientemente de su composición y de su tamaño. De manera análoga, la ley cero implica que existe una propiedad
que nos permite predecir si dos sistemas estarán en equilibrio térmico independientemente de su composición y de su tamaño.
Llamamos temperatura a esta propiedad universal. Ahora podemos resumir el enunciado sobre el equilibrio mutuo entre los tres
sistemas diciendo simplemente que los tres tienen la misma temperatura.