15. De modo que tomó en los brazos a su hijo y corrió con gran
prisa y pidió que le permitieran ver al hijo de Dios.
16. Cuando Jesús vio su fe, levantando sus ojos al cielo dijo:
17. "Mi Padre Dios, deja que tu poder divino me sature y deja
que la Santa Respiración llene plenamente a este niño para que
él pueda vivir".
18. Y en presencia de la multitud puso su mano sobre el niño y
dijo:
19. ”Buena mujer, tú eres bendita; tú fe ha salvado a tu hijo”. Y
el niño quedó bueno y sano.
20. Las gentes estaban asombradas y decían: Seguramente que
éste es el Uno Santo que ha tomado forma corpórea, por que el
hombre solo no puede quitar así una fiebre y salvar a un niño de
la muerte.
21. Y muchos del pueblo, trajeron a sus enfermos, y Jesús
habló la palabra y los enfermos se sanaban.
22. Entre los Ladakas Jesús moró muchos días; les enseñó
cómo orar, cómo borrar culpas y cómo hacer de la tierra un
cielo de goce.
23. Las gentes le amaban por sus palabras y por sus obras, y
cuando finalmente resolvió irse, se afligieron tanto como se
aflige un niño cuando se le va su madre.
24. Y en la mañana, al comenzar la jornada, las multitudes
estuvieron allí a estrecharle la mano.
25. A ellos se refirió una parábola diciendo: “Cierto rey de tal
manera amaba a las gentes de su reino que envió a ellas a su
hijo único con preciosos regalos".
26. "El hijo fue a todas partes y regó los regalos con mano
generosa.
27. "Pero existían sacerdotes que mangoneaban iglesias de
dioses extraños, quienes se disputaban de que el rey no haya
hecho tales regalos por intermedio de ellos”.
28. Por esta razón, buscaron alguna causa para que toda la
gente odiara al hijo y dijeron: Estos regalos no son de valor,
sino falsificados”.
29. "Entonces las gentes arrojaron las piedras preciosas y el
oro y la plata en las calles, y cogieron al hijo y le golpearon, le
escupieron y le arrojaron de en medio de ellos".
30. “El hijo no se resintió de los insultos y crueldades, sino que
oró así: Mi Padre–Dios, perdona a estas creaciones de tus