Capítulo 36
Jesús en Lassa. Se encuentra con Mengste quien le ayuda a leer los
manuscritos antiguos. Va a Ladak. Cura a un niño. Relata la parábola
del hijo del rey.
1. En Lassa del Tíbet había un templo de maestros, rico en
manuscritos de antiguas tradiciones.
2. El sabio indio había leído estos manuscritos y reveló a Jesús
muchas de las lecciones escritas que ellos contenían; pero
Jesús quería leer por sí mismo.
3. Y como Mengste, el sabio más grande del lejano Este, estaba
en este templo del Tíbet.
4. Aunque el sendero a través de las alturas de Emodus era
difícil. Jesús resolvió encaminarse allá y se encaminó, y
Vidyapati le proveyó de un guía de su confianza.
5. Y Vidyapati mandó un mensaje a Mengste en el que le habló
del sabio hebreo y le pidió que le recibieran bien los sacerdotes
del templo.
6. Y después de muchos días y de grandes peligros, el guía y
Jesús llegaron al templo de Lassa en el Tíbet.
7. Y Mengste abrió de par en par las puertas del templo y todos
los sacerdotes y los maestros dieron la bienvenida al sabio
hebreo.
8. Y Jesús tuvo acceso a todos los manuscritos secretos y, con
la ayuda de Mengste, los leyó todos.
9. Y Mengste con frecuencia habló acerca de la edad que
comenzaba y de los ritos sagrados más adaptables a la gente
de esa edad.
10. En Lassa Jesús no enseñó. Cuando hubo concluido sus
estudios en las escuelas del templo, emprendió viaje al oeste.
En muchos villorrios se quedó por algún tiempo y enseño.
11. Finalmente llegó a la garganta y en la ciudad Ladaka, Leh,
fue recibido afectuosamente por los monjes, los comerciantes y
los hombres del estado bajo.
12. Y en el monasterio moró y enseño. Y entonces buscó las
gentes ordinarias en la plaza del mercado, y allí enseñó.
13. No lejos de allí vivía una mujer cuyo hijo estaba mortalmente
enfermo. Los médicos habían declarado que no habían
esperanza, que el niño tenía que morir.
14. La mujer oyó decir que Jesús era un maestro enviado por
Dios, y creyó que tenía el poder de curar a su hijo.