32. Si pues dais una fiesta, invitad más bien a los pobres, los
cojos y los ciegos. Al hacerlo así os atraéis bendiciones pues
bien sabéis que ellos no pueden dar nada en compensación.
Pero sois recompensados con la conciencia de que estáis
ayudando a los necesitados.
33. Entonces habló una parábola y dijo: Un rico preparó una
fiesta. Mandó a sus sirvientes a invitar a lo más florido de la
población que desdeñaba ir a tal fiesta, de modo que enviaron
excusas que pudieran satisfacer al que pretendía ser su
anfitrión.
34. Y uno dijo: Acabo de comprar un pedazo de terreno y tengo
que ir a hacer registrar la escritura, por lo que pido que me
excusen.
35. Otro dijo: he comprado un rebaño de corderos y tengo que ir
a recibirlos, por lo que pido que me excusen.
36. Otro dijo: Hace poco me casé de modo que no puedo dejar
sola a mi mujer: por lo que pido que me excusen.
37. Y cuando regresaron los sirvientes y dijeron al hombre que
había preparado la fiesta que los invitados no querían venir.
38. El hombre se apesadumbró en su corazón y entonces
mandó a sus sirvientes a calles y callejones a traer a la fiesta a
los pobres y a los cojos y los ciegos.
39. Y los sirvientes fueron y encontraron a los pobres, los cojos
y los ciegos y los trajeron; pero como todavía había sitio para
más,
40. El anfitrión mandó a sus hombres de armas a que le trajeran
por la fuerza gente a la fiesta: y entonces la casa se llenó.
41. Dios hizo una fiesta para los hombres. Muchísimos años
hace envió a sus sirvientes a invitar a los hijos favoritos de los
hombres que no quisieron atender la invitación y que no
vinieron a la fiesta.
42. Entonces mandó a sus sirvientes a los extraños y a las
masas a que vinieran, pero todavía había sitio para más.
Capítulo 142
El sendero del discípulo; sus dificultades. La cruz y su significado. El
peligro de la riqueza. El joven que amó la riqueza más que al Cristo.
Parábola del rico y Lázaro.
1- Jesús y los doce se fueron a otra población, al entrar a la
cual dijeron: La paz sea con todos; buena voluntad para todos.
2. Una gran multitud les siguió y el maestro les dijo: Me estáis
siguiendo por el egoísmo de la ganancia.