en fe. encontrará la vía y los que conocen la Palabra pueden
entrar.
4. Pero hay muchos que buscan la vía tan sólo por motivos
egoístas. Entonces golpean ruidosamente el portón de la vida:
pero éste está inamovible.
5. El vigía desde la torre dice: No te conozco, tu lenguaje es el
de Ashod y tus vestidos son los del pecado. Parte pues y sigue
tu camino.
6. Y toman su camino llorando y rechinando los dientes.
7. Y se enfurecerán cuando vean a su padre Abraham con Isaac,
Jacob y los profetas descansando en el reino del Cristo y ellos
mismos expulsados.
8. Y yo os digo que vendrán hombres de tierras lejanas: del
Este, del Oeste, del Norte y del Sur, que se sentarán conmigo en
conciencia de vida.
9. Yo os digo que los últimos serán los primeros y los primeros
serán los últimos.
10. Todo hombre es llamado al reino del Cristo; pero pocos son
los escogidos, porque sólo los puros de corazón pueden ver al
rey.
11. Y mientras hablaba, vino un fariseo que dijo: Galileos, si
queréis salvar vuestras vidas, no os quedéis aquí, huid
rápidamente porque Herodes ha jurado mataros y en este
instante sus oficiales os están buscando.
12. Y Jesús dijo: ¿Por qué será que los fariseos se preocupan
tanto de salvarnos la vida? Y entonces le dijo al hombre que
había hablado.
13. Anda y di a ese zorro taimado: Mira que curo a los enfermos
y arrojó a los espíritus todavía impuros, hoy, mañana y en los
días siguientes; y entonces triunfaré.
14. Anda y dícelo. Nada tengo que temer en Galilea, pues es en
Jerusalem donde tengo que encontrar la ira cruel de los
hombres.
15. Y mientras permanecían en el lugar, un hombre, un fariseo,
invitó a Jesús y a unos pocos de los que le seguían a comer
con él en Sábado, para celebrar el matrimonió de su hijo.
16. Entre los huéspedes había uno que sufría de hidropesía.
17. Y Jesús dijo a los que habían sido enviados a pescar
palabras de sus labios, por las que puedan acusarle de algún
crimen: