23. Acerca de su muerte, de su descanso dentro de la tumba; de
las maravillas de la mañana de la resurrección; de la
transmutación de la forma corpórea, y de su ascensión en
nubes de luz;
24. Todo esto simbólico de la vía que todo hombre tiene que
seguir; simbólico de la vía en que los hijos de hombres
aprenderán a transmutarse en hijos de Dios.
25. Los tres discípulos estaban estupefactos. De repente los
éteres vibraron como cantos y formas tan livianas como el aire
se movían en la cima de la montaña.
26. Y entonces de la gloria del mundo superior oyeron una voz
que decía:
27. Este es el hijo de hombre, mi elegido para manifestar el
Cristo a los hombres. Que le escuche toda la tierra.
28. Cuando los discípulos oyeron la voz, tuvieron miedo;
cayeron en tierra, y oraron.
29. Y Jesús vino y les tocó y dijo: Levantaos. Que no haya
miedo. Mirad que yo soy aquí.
30. Entonces ellos se levantaron y al mirar alrededor no vieron a
nadie. Los hombres habían desaparecido. El maestros solo
estaba de pie ante ellos.
31. Al descender de la cima de la montaña. Jesús y los tres,
hablando ace