39. Entonces los discípulos entendieron que hablaba de Juan a
quien mató Heredes.
Capítulo 130
Jesús y los tres regresan a Cesárea Filipense. Los nueve han
fracasado en la curación de un niño epiléptico. Jesús lo cura y
reprende a sus discípulos por su falta de confianza en Dios. Los
cristianos retornan a Cafarnaúm.
1. Cuando Jesús, Pedro, Santiago y Juan regresaron a las
puertas de la ciudad. Una gran multitud llenaba la vía.
2. Los nueve apóstoles que no fueron con Jesús a la montaña
habían tratado de curar a un niño epiléptico que era obseso, y
habían fracasado, de modo que la gente esperaba el regreso del
maestro.
3. Al llegar Jesús, el padre del niño se arrojó ante él y de
rodillas le imploró su ayuda.
4. Y dijo: Mi maestro, te ruego que veas con piedad a mi hijo, mi
único hijo; es epiléptico y sufre grandemente.
5. En ocasiones cae en el fuego, se quema; otra veces cae en el
agua y corre el riesgo de ahogarse, y cae muchas veces al día y
remuerde los dientes y lanza espuma por la boca.
6. He traído a mi hijo a tus discípulos y han fracasado en darle
alivio.
7. Y mientras hablaba un sirviente trajo al niño hasta Jesús (el
niño no habló porque era mudo) e instantáneamente cayó en
tierra, arrojo espuma y se retorció en agonía.
8. Y Jesús dijo: ¿Cuánto tiempo lleva de ser así atormentado?
9. El padre dijo: Desde que era una criatura. He viajado mucho
en busca de alivio, sin encontrarlo. Pero creo que puedes hablar
la Palabra y mi hijo se curará.
10. Y Jesús dijo: La fe es el poder de Dios. Todo es posible para
quien llega a escuchar en el corazón.
11. Entonces el padre, en honda emoción y con lágrimas, gritó:
Señor, yo creo. Ayuda la deficiencia de mi fe.
12. Y Jesús habló la Palabra de Poder. El niño epiléptico estaba
desmayado, ya no respiraba y las gentes decían: Ya se murió el
niño.
13. Pero Jesús inclinándose le tomó la mano y dijo: Levántate;
el niño se levantó y habló.