1. Después de comida, los huéspedes y Jesús fueron todos al
espacioso salón de la casa de María.
2. Entonces Lamaas dijo: Te ruego decirnos, Señor, si estamos
ya en la aurora de la paz.
3. ¿Hemos llegado por fin a la época en que el hombre ya no
tendrá más guerras?
4. ¿Eres tu el Príncipe de la Paz que los hombres santos han
dicho que vendrá?
5. Y Jesús dijo: La paz reina hoy; la paz de la muerte.
6. Una piscina estancada está en paz. Cuando el agua cesa de
moverse, pronto se satura de semillas de muerte, y la
corrupción está en cada gota.
7. El agua que es vida, siempre salta y brinca como los
corderillos que recién nacen en la primavera.
8. Las naciones están corrompidas; duermen en los brazos de
la muerte. Es preciso despertarlas antes que sea demasiado
tarde.
9. La vida trabaja por antagonismos. Dhos me envió a conmover
hasta sus fondos mas hondos las aguas del océano de la vida.
10. La paz sigue a la lucha. Vine a destruir la inactividad, la paz
de la muerte. El príncipe de la paz tiene que ser primero el
príncipe de la lucha.
11. La levadura de la verdad que he traído a los hombres
producirá revoluciones, de modo que la guerra se extenderá a
las naciones, a las ciudades y a las familias.
12. De los cinco que han estado morando en una casa de paz,
dos lucharán ahora contra tres.
13. El hijo luchará contra su padre; la madre y la hija tendrán
ideas divergentes y todo será antagónico en todos los hogares,
14. El egoísmo, la codicia y la duda alcanzarán su grado
máximo y los hombres, usando mi nombre, inundarán la tierra
en sangre humana.
15. Pero el derecho prevalecerá. Cuando el humo de estas
luchas se disipe, los hombres y las naciones aprenderán a no
guerrear más, y el Príncipe de la Paz gobernará.
16. Los signos de estas cosas están ya en el firmamento, pero
los hombres no pueden verlos.
17. Cuando el hombre ve que se asoma una nube negra en el
poniente, dice: Va a llover. Y llueve. Y cuando sopla el viento del
sur, dice: "Va a hacer calor. Y así es.