Test Drive | Page 214

17. Y Pedro dijo: Señor; ¿es esta parábola para nosotros o para la multitud? 18. Y Jesús dijo: ¿Por qué necesitáis preguntar? Dios no es un hombre que respeta a unos y desprecia a otros. 19. Todo el que quiera, puede acicalarse, ceñirse los riñones, preparar su lámpara y encontrar un minarete en la torre de la vida, desde el cual pueda observar, preparado para la venida del Maestro. 20. Pero vosotros, hijos de la luz, ya habéis venido y habéis aprendido el lenguaje de la Corte, de modo que podéis ya poneros de pie y guiar. 21. Mas vosotros quizá tengáis que esperar, pues aunque estéis listos para recibirle, tal vez no venga. 22. Y quizá os impacientéis y comencéis a añorar otra vez lo material; y principies a asumir actitudes de mando; 23- A golpear y maltratar a los sirvientes de la casa, y a llenaros de carne y vino. 24. ¿Y qué dirá el Maestro cuando llegue? 25. Arrojará a los sirvientes desleales y muchos años pasaran antes que ellos se purifiquen y vuelvan a recibir al Maestro. 26. El discípulo que ha llegado a la luz, que conoce ya a su Maestro y su voluntad y que no obedece; el centinela de confianza que se duerme en la guardia en el timón de la vida, 27. Sentirá el fuste de la justicia muchas veces; mientras aquel que todavía no conoce a su Maestro y cual es su voluntad y no le obedece, no recibirá tan gran castigo. 28. El hombre que viene y se coloca en la puerta abierta de las oportunidades y que sin entrar sigue su camino, 29. Regresará y encontrara la puerta bien cerrada, y a su llamada, la puerta no se abrirá. 30. Y el portero le dirá: en una ocasión conociste la palabra que abría la puerta, pero no hiciste caso y ahora el Maestro te desconoce. Márchate. 31. Y en verdad os digo: De quien mucho recibe, mucho se espera; de quien poco recibe, poco se espera. Capítulo 113 En respuesta a una pregunta de Lamaas, Jes