15. Traía una caja de alabastro con bálsamo costoso y mientras
los invitados estaban reclinados, se acercó a Jesús, en el goce
de ella por haber sido libertada del pecado.
16. Las lágrimas le caían copiosamente, besaba los pies de
Jesús y luego los secaba con el cabello, y los ungía con el
bálsamo.
17. Y Simón pensó aunque no le dijo en palabras; Este hombre
no es profeta, o sabría que clase de mujer es la que se ha
acercado, y la repelería.
18. Pero Jesús leyó sus pensamientos y le dijo: Mi anfitrión,
querría decir algo.
19. Y Simón dijo: dílo.
20. Y Jesús dijo: El pecado es un monstruo de iniquidad. Puede
ser pequeño o grande, algo hecho o algo dejado de hacer.
21. Una persona lleva una vida de pecado y es finalmente
redimida, otra negligentemente olvida lo que debía hacer, pero
se reforma y es perdonada. Yo pregunto: ¿cuál de estas
personas tie