8. ¿Quién te dio el derecho de pedirme pruebas de mi misión
mesiánica? Mi prueba descansa en mis palabras y en mis obras,
de modo que, si me sigues, no te faltarán pruebas.
9. Y el gobernante se fue; y se preguntaba a sí mismo: Qué
clase de hombre es este tan irrespetuoso con el gobernante de
la sinagoga.
10. La gente de la población en masa vino a ver al Cristo, y a
oírle hablar, pero Jesús dijo:
11. Un profeta no es honrado en su tierra nativa, entre sus
parientes.
12. No hablaré en Nazareth hasta que las palabras que hable y
los trabajos que haga en otras poblaciones me hayan
conquistado la fe de los hombres.
13. Hasta que los hombres sepan que Dios me ha hecho Cristo
para que manifieste amor eterno.
14. Buena voluntad para vosotros, mis parientes. Os bendigo
con amor sin límites y os deseo goce abundante y felicidad.
15. Y no dijo más, y toda la gente se maravillo mucho de que no
haya querido hablar en Nazareth.
Capítulo 70
Jesús y sus discípulos en una fiesta en Canaan. Jesús habla del
matrimonio. Torna el agua en vino. Las gentes están asombradas.
1. En Canaan de Galilea hubo la fiesta de un matrimonio, y María
y su hermana Miriam y Jesús y sus discípulos fueron invitados.
2. El jefe de la fiesta había oído que Jesús era un maestro
enviado por Dios, y le pidió que hablara.
3. Y Jesús dijo: No hay lazo más sagrado que el lazo
matrimonial.
4. La cadena que ata dos almas en amor es forjada en los
cielos, y el hombre no puede partirla en dos.
5. Las bajas pasiones de dos pueden producir la unión de dos,
unión como la del agua y del aceite.
6. Entonces el sacerdote puede forjar una cadena y atar a dos.
Este no es matrimonio genuino, sino fals