ORGANIZACIÓN CELULAR DE LA VIDA
41
Flg. 4.4
orgánicas para producir la energía que la célula necesita.
Al igual que los cloroplastos de las plantas, las mitocondrias tienen su propio DNA y sus propios ribosomas; es
decir, se multiplican independientemente del resto de la
célula y al parecer controlan la síntesis de sus propias
membranas.
Los lisosomas se asemejan por su forma a las miiocondrias, pero son más pequeños y tienen una sola
membrana delimitante. Contienen enzimas tan poderosas
que, de no estar encerradas dentro de la membrana lisosómica impermeable, digerirían los componentes celulares. Las enzimas quedan libres al romperse esta
membrana. Los lisosomas participan en la digestión intracelular y quizá también sean importantes para la destrucción de ciertas estructuras durante el proceso de
desarrollo. Durante la metamorfosis de la rana, las enzimas lisosomales ayudan a destruir las estructuras del renacuajo que ya no serán útiles en la fase madura. Luego,
las materias primas resultantes de la degradación de estructuras como la cola se usan para la formación de órganos más maduros. Asimismo, los lisosomas participan en
enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.
Los peroxisomas se parecen a los lisosomas,
excepto que las enzimas de los peroxisomas tienen funciones oxidativas. Estos últimos intervienen en ladesaminación oxidativa de los aminoácidos, reacción
indispensable para la conversión de proteínas en otros tipos de compuestos.
Los flagelos y cilios (Fig. 4.5) son estructuras
piliformes ancladas por uno de sus extremos y capaces
de ejecutar diversos movimientos con su extremo libre.
Están forrados por una membrana continua con la
membrana celular. Gracias a sus movimientos coordinados, desempeñan un importante papel en la locomoción
celular.
EJEMPLO 2 El espermatozoide humano posee un activo
flagelo en su extremo posterior. La energía necesaria para
esta actividad flagelar se genera en la porción media de este
gameto, en la cual abundan las mitocondrias y en la que el
flagelo está anclado. El cargamento útil del espermatozoide,
su núcleo anterior, es propulsado por el flagelo a lo largo del
aparato reproductor femenino, en cuyo oviducto fecundará finalmente el óvulo. Si el espermatozoide no tiene suficiente
movilidad, quizá no pueda realizar la fecundación.
Puede decirse que los flagelos y los cilios representan una misma clase de organelo: si las estructuras son
pocas y relativamente largas se consideran flagelos; pero
si son cortas y numerosas se denominan cilios.
Cilios y flagelos deben su movilidad a estructuras
llamadas mlcrotúbulos. Como su nombre lo indica, son
estructuras cilíndricas largas y huecas; constan de dos
subunidades proteínicas llamadas α-tubulina y β-tubultna, que se combinan para formar la unidad básica del microtúbulo. Estos pares unitarios se apilan extremo con
extremo para formar un largo hilo denominado protofilamento. Trece de estos protofilamentos están dispuestos
unos al lado de otros, en sentido paralelo, formando un
círculo, algo así 'como los postes de una valla circular,
con lo cual se integra el microtúbulo (Fig. 4.56).
Los cilios y flagelos de los eucariotes contienen un
círculo externo de nueve pares de microtúbulos en torno
a un eje central de dos microtúbulos. Justo por debajo de