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416 BIOLOGÍA Problemas resueltos 33.1 El tarsero es una bestezuela sin par pues sus ojos en torno no puede girar, mas cuando sentado descansa teniendo hacia oriente la panza su testa voltea para el ocaso mirar. ¿Qué características de los primates permiten co locarlos en el subphylum Vertébrala? Todos los vertebrados poseen una columna vertebral en torno a la médula espinal y cuentan con un complejo encéfalo verdadero protegido por un cráneo. Esto se cumple en todos los primates actuales. Asimismo, los vertebrados presentan cola posanal. Desde luego, todos los primates cuentan con esa cauda [que de hecho sirve como órgano de sujeción (prensil) a varios prosimios y monos] o bien descienden de ancestros que la tuvieron y aún exhiben los vestigios de ella en forma de un coxis. Otra característica que todos los primates comparten con el resto de los vertebrados es la presencia de un corazón ventral, aunque este rasgo no es privativo del subphylum. 33.2 A pesar de que sólo unos cuantos monos y simios son arborícolas, todos tienen encéfalo visual. Es indudable que los simios y los seres humanos evolucionaron hacia una existencia terrícola, pero su encéfalo no dejó de ser esencialmente visual (esto es un ejemplo del retraso que puede haber entre las modificaciones del estilo de vida y los cambios morfológicos adecuados). En casi todos los primates, la tendencia hacia un mayor encéfalo visual ha ido acompañada por una reducción del hocico. Este último funciona como órgano de amplificación del sentido del olfato, de modo que esta tendencia evolutiva de los primates concuerda con las predicciones teóricas. En opinión del lector, ¿cuál es la importancia relativa del encéfalo "olfatorio" en comparación con el encéfalo "visual" en cuanto a la evolución primitiva? 33.3 Muchas de las principales características de la evolución de los primates se relacionan con su adaptación a !a vida arborícola. Entre ellas cabe destacar la flexibilidad de las articulaciones escapulares, una cola prensil, un pulgar oponible que permite sujetar cosas y manipular ciertas características del medio, la reducción del hocico largo y la transformación de las garras especializadas en uñas planas cuya forma es más acorde a los dedos largos y delicados de estos animales. Puesto que la visión es mucho más importante que el olfato para los organismos arborícelas, una de las tendencias evolutivas de los primates fue hacia la mayor predominancia y desarrollo de las áreas visuales del encéfalo (situadas principalmente en la zona occipital de la región posterior del cerebro) en comparación con los pequeños centros olfatorios (rinencéfalo), los cuales se localizan en la parte anterior del cerebro y se prolongan hacia el morro. Los más primitivos de los primates actuales son los lémures, cuyas dimensiones no son mayores que las de una rata de buen tamaño. Aunque son básicamente arborícolas cuentan con encéfalo olfatorio, lo cual sugiere una divergencia mínima respecto a sus ancestros terrícolas: los insectívoros. Por otra parte, los tarseros arborícolas, un poco más evolucionados, no sólo tienen encéfalo visual sino sus ojos están situados en una posición más mediana que la de los lémures. Esta nueva posición ocular permite el traslape de los campos visuales y brinda a los animales la posibilidad de percibir la profundidad. La importancia de la visión para un prosimio como el tarsero también se refleja en la rara aptitud descrita por la siguiente rima: ¿Cuáles son las principales diferencias entre los simios y el ser humano? 1. 2. 3. 4. 5. La primera diferencia, evidente incluso en los australopitécidos más primitivos, es la postura erecta y el bipedalismo (locomoción sobre las extremidades posteriores) del ser humano. Junto con la adquisición de la postura erecta ocurrió un desplazamiento de la posición del cráneo, qua ahora está más o menos centrado en la cúspide de la columna vertebral. En los simios la columna vertebral se encuentra unida a la región pos terior del cráneo. Este reacomodo ocurrido en las formas humanas dio mejor soporte al cráneo y facilitó la postura erecta de todo el cuerpo. El dedo mayor del pie de los simios es largo y oponible a los demás dedos. En todos los miembros del género Homo, el dedo mayor del pie es pequeño y se encuentra alineado con los demás dedos. A pesar de que ei pie humano ya no es prensil, sus cinco dedos alineados constit uyen una mejor base de soporte para al animal erecto. Tanto las mandíbulas como los dientes de los seres humanos están muy reducidos. Esto hace que el morro sea más estrecho. Los labios son sumamente móviles y se prestan para cumplir funciones sociales; por ejemplo, hablar o besarse. Los rebordes frontales de los simios están muy reducidos en el ser humano. Este último posee frente amplia y despejada, !o cual se relaciona con el mayor volumen craneal necesario para su encéfalo anterior. Es probable que la diferencia más significativa entre los simios y el ser humano sea el