LA QUÍMICA DE LA VIDA: NIVEL ORGÁNICO
perficies, presentes en dicho sitio activo, cuyas caigas
son complementarias a las suyas. Como resultado de
esa fijación, el sustrato se estira o se deforma de alguna
otra manera, con lo cual queda más expuesto a los cambios químicos adecuados. En esencia, la unión del sustrato y la enzima aminora la resistencia que el primero
ofrece a la alteración y promueve la reacción mediante la
cual el sustrato se convierte en sus productos.
Hasta hace tiempo se consideraba que el sitio activo era una zona rígida de aminoácidos, adyacentes dentro de la molécula proteínica, en la cual embonaba el
sustrato como si fuera la llave de una cerradura. Investigaciones posteriores, efectuadas por Daniel Koshland y
sus colaboradores en Berkeley, revelaron que la estructura tridimensional del sitio activo es flexible y que la conformación final ocurre en el momento en que el sustrato
se adhiere a la enzima, algo así como un guante, que adquiere su forma final cuando se introduce la mano en él.
El sitio activo puede incluir regiones no adyacentes de la
estructura primaria de la molécula proteínica, ya que el