CONDUCTA ANIMAL
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el confort. En el capítulo 15 se estudió la participación
del sistema nervioso simpático en el control de las prioridades.
Impronta conductual se refiere a una amalgama
de conductas innatas y aprendidas en la que una experiencia en particular o una asociación efectuada durante
un periodo crítico afecta de modo permanente la conducta futura del animal. Se ha demostrado que este fenómeno, estudiado inicialmente por Lorenz en términos de la
identificación de los progenitores por los polluelos, también ocurre en una variedad de tipos de conducta. Lorenz
usó el término Impronta conductual porque este fenómeno (también llamado impresión o troquelado) semeja
una impresión permanente hecha en el encéfalo por la
asociación o experiencia específica.
Lorenz descubrió que, cuando separaba grupos de
gansitos de sus progenitores y tos exponía a un ser humano (Lorenz mismo) que imitaba el reclamo de los gansos adultos, los gansitos empezaban a seguir a esa
persona como si fuera su progenitor natural. Este fenómeno se llama Impronta paterna y sólo ocurre durante
tos dos primeros días después de la eclosión. El breve
periodo durante el que el organismo es sensible al estímulo de impronta conductual se denomina periodo crítico. Por lo general ocurre en las primeras etapas de la
vida, pero algunos tipos de impronta también se presentan en la madurez. La impronta paterna también ocurre
en condiciones naturales en otras especies; en los mamíferos, los estímulos olfatorios parecen tener un mayor
efecto que ios estimules visuales asociados con la impronta paterna de las aves.
La impronta sexual ocurre durante las primeras
asociaciones (la identificación de individuos con específicos para fines reproductivos). Lorenz descubrió que sus
gansitos no soto lo seguían mientras maduraban, sino
que intentaban aparearse con él al llegar la madurez. En
algunas aves, la impronta también interviene en el aprendizaje del trino característico del macho. La capacidad innata de dominar un trino en particular es evocada por la
exposición del animal a ese trino o a unas cuantas notas
del trino. Puesto que algunas aves emiten su trino incluso
cuando se les cría en aislamiento, la impronta no es un
mecanismo universal para el aprendizaje de éste.
La habituación consiste en la modificación de la
conducta por disminución de la respuesta a los estímulos
que se repiten. La pérdida de receptividad a los estímulos repetitivos puede ser útil para prevenir el desperdicio de energía y de atención en asuntos triviales. Los
roedores responden a los chillidos de alarma de otros
miembros de su grupo, pero si esos chillidos prosiguen y
no se confirme el peligro, es probable que los animales
ignoren los chillidos subsecuentes.
El condicionamiento consiste en el acoplamiento
de estímulos irrelevantes con un estímulo natural primario
que evoca una respuesta automática. Con el tiempo, el
animal queda condicionado al estímulo secundario (asociado) y responde a él como si fuera el estímulo natural.
Esta asociación de PFA u otras respuestas innatas similares con nuevos tipos de estímulos señal amplía la capacidad del organismo para reacctonar de modo apropiado
a los cambios ambientales, puesto que el proceso de
condicionamiento hace que el animal deje de depender
de un tipo de símbolo liberador para iniciar la acción.
Algunos patrones de conducta más complejos, como la capacidad de la rata para aprender a recorrer un
laberinto, se deben al aprendizaje de tipo prueba y error.
Esta modificación de la conducta también se denomina
condicionamiento operante, proceso demostrado y estudiado a fondo por B. F. Skinner, un psicólogo de Harvard. La estrategia usada para el condicionamiento
operante en el laboratorio incluye una continua vigilancia
de la actividad del animal, de modo que se le dan recompensas cuando encuentra fragmentos correctos de conducta y no se le dan cuando responde con conductas
inapropiadas. Finalmente, esa vigilancia produce un patrón conductual completo; por ejemplo, resolver un laberinto u oprimir una secuencia correcta de palancas para
obtener una recompensa. En presencia de un entrenador
y gracias a la aportación de recompensas adecuadas, el
condicionamiento operante produce en poco tiempo, a
partir de un conjunto de movimientos aleatorios, una secuencia de pasos que producen resultados. En condiciones naturales, el logro de un objetivo en particular es la
recompensa que dirige las actividades aleatorias hacia el
patrón conductual. Paso a paso, las repeticiones de prueba y error conducen al objetivo final. Una vez que se
aprende un patrón conductual que da resultados, éste
puede ser transmitido a otros miembros de la especie por
imitación.
Un caso extremo de modificación de la conducta es
la aplicación del discernimiento o el razonamiento en una
situación nueva. Si un animal puede dirigir su conducta a
fin de resolver un problema que jamás había encontrado
en su experiencia previa, cabe decir que está usando el
razonamiento. Según parece, en los seres humanos dicho razonamiento se basa en la imaginación de un modelo de la situación externa y la manipulación de
conceptos encaminados a encontrar una solución aplicable al problema. Sin embargo, ese discernimiento o razonamiento también se observa en otros primates.
EJEMPLO 8 Se pone un chimpancé dentro de una jaula,
del techo de la cual se colgó un trozo de la fruta favorita de
éste. Por más que trata, el chimpancé no puede alcanzar la
fruta, pero su vigilante puso dentro de la jaula varias cajas
de diferentes tamaños. Después de rascarse la cabeza por
un rato, el chimpancé empuja la caja más grande hasta situarla directamente abajo de la fruta; luego procede a apilar
cajas más pequeñas sobre esa base hasta que por fin logra
trepar en ellas y alcanzar la fruta. A todas luces, este tipo de