EL SISTEMA NERVIOSO
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Fig. 22.5 El reflejo rotular. Las flechas señalan la dirección en que corre el impulso nervioso.
El arco reflejo sencillo debe su nombre a la trayectoria física del impulso conforme éste pasa del receptor de la neurona aferente al efector de la neurona
motora. Los reflejos son mecanismos que permiten mantener la postura correcta, regulan la presión arterial y
orientan el cuerpo respecto a las condiciones ambientales que ponen en peligro al organismo. La pérdida
de ciertos reflejos extensores (incremento del ángulo de
una articulación) o flexores (disminución de dicho ángulo) se utiliza para evaluar clínicamente los daños sufridos
por el sistema nervioso central.
22.7
RECEPTORES Y EFECTORES
RECEPTORES
Los receptores son terminaciones de nefríticas modificadas de los nervios sensoriales y su estructura es tal que
sólo responden a tipos específicos de estímulos. En muchos casos el receptor es poco más que la terminación libre de un nervio sensorial embebido en epidermis o en
otro tejido circundante. En otros casos puede ser un
órgano sensorial complejo; por ejemplo, la retina del ojo
o el órgano de Corti del oído, que recibe las ondas sonoras.
La especificidad de los receptores depende de dos
propiedades. Primero, cada receptor tiene un umbral bajo
para un estímulo en particular. El umbral es la intensidad
mínima del estímulo necesaria para disparar un
impulso. Segundo, el receptor envía un solo tipo de mensaje al sistema nervioso central independientemente de
la naturaleza de! estímulo. Esto se conoce como la doctrina de Muller de las energías nerviosas específicas.
EJEMPLO 4 La retina del ojo es muy sensible a la luz
porque su umbral a ese estímulo es sumamente bajo. Cualquier estímulo aplicado a la retina, sea un golpe o un piquete
de ojos, es traducido por el aparato sensorial del encéfalo
como un destello de luz. A esto se debe que uno "vea estrellas" cuando recibe un golpe en el ojo.
Los receptores se clasifican en tres grupos principales, según su posición anatómica. Los de la piel, que
por ser externos reciben la estimulación directa del medio, se llaman exterorreceptores. Los exterorreceptores
van desde las terminaciones nerviosas desnudas y relativamente indiferenciadas que transmiten el dolor, hasta
los complejos receptores especiales del ojo, el oído, la
nariz y la lengua. En la superficie de la piel, sobre todo en
las yemas de los dedos, existen estructuras ovales bien
delimitadas que perciben los contactos táctiles ligeros y
los diferencian de la presión.