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BIOLOGÍA
Flg. 17.5 Grupo heme
• Eosinófilos, leucocitos que se tíñen con colo
rantes ácidos y que suelen participar en las res
puestas alérgicas
• Basófilos, leucocitos con corpúsculos citoplásmicos irregulares que se tiñen de azul con los
colorantes alcalinos.
Los agranulocitos se dividen en monocitos y linfocitos. Los monocitos son mucho más grandes que los
linfocitos, pero representan menos del 10% del total de
leucocitos. Casi el 75% de los leucocitos circulantes son
neutrófilos. Alrededor del 20% son linfocitos. Los leucocitos son mucho menos abundantes que los eritrocitos,
pues generalmente fluctúan entre 5000 y 10 000 por mm3
de sangre. En presencia de enfermedades infecciosas y de inflamación su número se eleva muchísimo, lo
cual es un indicio clínico para el diagnóstico de dichas
enfermedades.
Las plaquetas son fragmentos redondos de células
más voluminosas producidas por la médula ósea roja.
También se denominan trombocitos. Funcionan principalmente como factores de inicio del proceso de coagulación, mas se sabe que también intervienen en las
reacciones inmunológlcas. Por otra parte, exhiben un
comportamiento fagocítico limitado.
La coagulación de la sangre se debe a la formación de una resistente malla de fibrillas a partir de factores solubles presentes en el plasma. Es probable que la
coagulación sea el más importante de los diversos mecanismos que detienen las hemorragias. La constricción
de los vasos y la liberación de agentes neurohumorales
son otros de los mecanismos que ayudan a restañar (disminuir) el sangrado.
La formación de un coágulo es un complejo fenómeno en el que intervienen por lo menos treinta sustancias. Aunque no se conocen con plena certeza todos sus
pasos, no es difícil de comprender el proceso básico.
En sí, el coágulo es una red de fibrina y glóbulos.
La fibrina se forma gracias a la polimerización de monómeros de fibrinógeno. A su vez, la transformación del fibrinógeno es causada por una pequeña proteína llamada
trombina. En condiciones normales, esta proteína está
ausente del torrente sanguíneo y sólo aparece durante la
formación de coágulos. La trombina se deriva de su precursor: la protrombina. La conversión de protrombina a
trombina es una de las fases más complejas y delicadas
del proceso de coagulación. Para ello se requiere, además de una variedad de iones y cofactores, la presencia
de tromboplastlna, la cual proviene de las plaquetas y
del tejido dañado. El proceso de coagulación se inicia en
el momento en que las paredes de los vasos sanguíneos
sufren un traumatismo (lesión), ya que éste provoca la liberación de una tromboplastina activa.
Ciertos factores de coagulación específicos se relacionan con algunas clases de hemofilia, enfermedad en
la que la coagulación tarda en producirse. La ausencia
del factor IX es la causa de la hemofilia B. Este factor
también recibe el nombre de PTC o factor de Navidad.
La hemofilia tipo A, que es más común, se vincula con la
ausencia de globulina antihemofílica (GAH).
Como parte del sistema homeostático relacionado con la coagulación, la sangre contiene una enzima