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LA CIRCULACIÓN Y LA SANGRE 231 Fig. 17.4 Células de la sangre representa la doceava parte de éste y su volumen normal es de casi cinco litros. Los constituyentes celulares de la sangre, llamados comúnmente elementos formados, son de tres tipos (Fig. 17.4): 1. 2. 3. Glóbulos rojos o eritrocitos Glóbulos blancos o leucocitos Plaquetas (trombocitos) La viscosidad (resistencia al flujo) de la sangre e¿ verdaderamente notable: 4.5 veces mayor que la del agua destilada. Esa viscosidad tan elevada, que se debe en gran parte a las proteínas, los glóbulos rojos y una variedad de macromoléculas, hace que la sangre transite lentamente a través de los lechos capilares. La viscosidad (resistencia al flujo) de la sangre es verdaderamente notable: 4.5 veces mayor que la del agua destilada. Esa viscosidad tan elevada, que se debe en gran parte a las proteínas, los glóbulos rojos y una variedad de macromoléculas, hace que la sangre transite lentamente a través de los lechos capilares. En los individuos sanos el pH de la sangre se mantiene dentro de los estrechos límites de 7.3 a 7.5. Los valores de menos de 7.3 producen acidosls, una condición que amenaza gravemente la vida. La inanición y la diabetes avanzada provocan a menudo este trastorno. Si el pH es superior a 7.5 sobreviene alcalosis. La pérdida excesiva de ácido estomacal debida a graves accesos de vómito puede producir esta condición, que también constituye una grave amenaza para la vida. El mantenimiento de un pH constante depende de la acción de sistemas amortiguadores presentes en el plasma y en los glóbulos rojos: el sistema ácido carbónico/ion bicarbonato, el sistema H2PO4-/HPO42- y diversas proteínas que actúan como zwitteriones (Cap. 3). Los glóbulos rojos transportan oxígeno. En los mamíferos son células relativamente pequeñas que al madurar pierden su núcleo y otros organelos; por ejemplo, mitocondrias. Las mujeres tienen en promedio poco menos de 5 millones de glóbulos rojos por mm3 de sangre, mientras que los varones cuentan con cerca de 5.5 millones por mm3. Los glóbulos rojos están formados principalmente por la proteína conjugada hemoglobina, molécula compleja que contiene una proteína globular y una porfirlna denominada heme (Fig. 17.5). EJEMPLO 7 La hemoglobina es la principal proteína de transporte de oxígeno de los glóbulos rojos. Dicha sustancia es una proteína conjugada cuyo grupo prostético (heme) es muy semejante en muchos grupos, pero cuya apoenzima globular (Cap. 3) ha variado considerablemente en el transcurso de la evolución. Recuérdese que esa proteína consta de dos cadenas alfa y dos cadenas beta. A cada una de tales cadenas se encuentra adherida una molécula heme, la que a su vez tiene la capacidad de unirse a una molécula de oxígeno. Entre los mamíferos existe una gran variedad de tipos de hemoglobina. En ciertos casos las cadenas especificas son diferentes en el feto y el adulto. Se han identificado más mutaciones en las cadenas beta que en las alfa. Una hormona renal, la erltropoyetlna, se encarga de regular la producción de glóbulos rojos. En los adultos, la médula ósea (tejido esponjoso interno) de los huesos largos es la principal fuente de nuevos eritrocitos; en el feto los produce el hígado. Los glóbulos blancos se dedican principalmente a defender el cuerpo contra los organismos invasores relacionados con las enfermedades. En uno de los sistemas de nomenclatura, estos glóbulos son subdivididos en dos grandes subgrupos (Fig. 17.4): granulocitos, que contienen citoplasma granular y agranulocitos, que presentan un citoplasma evidentemente liso. A su vez, los granulocitos se dividen en: • Neutrófilos, cuyo citoplasma se tiñe con los colorantes neutros y que generalmente presentan núcleo lobulado