NUTRICIÓN ANIMAL
209
tubo. Con esa estructura perforan la piel del hospedero y le
inyectan un anticoagulante para evitar que la sangre se coagule mientras se alimentan. A continuación succionan la
sangre a través del tubo hueco.
Los organismos acuáticos filtradores obtienen diminutas partículas alimenticias al tamizar grandes volúmenes del líquido circundante a través de estructuras
semejantes a peines, poros pequeñísimos o alguna otra
estructura tipo coladera. La alimentación por filtración no
sólo se observa en animales pequeños como los insectos
y los moluscos; también ocurre en animales de grandes
proporciones, como las ballenas. Estas últimas cuentan
con hileras de ballenas óseas que penden de su mandíbula superior y que funcionan como un tamiz que retiene
enormes cantidades de los crustáceos y los pequeños teleósteos (peces óseos) de los que se alimentan esos mamíferos.
La masticación puede incluir, además de la degradación física del alimento, una degradación química. Esta
última se logra mediante la acción de las glándulas salivales. En los seres humanos hay tres pares de ellas: parótidas (inmediatamente abajo del oído), submaxilares
(debajo del maxilar superior) y sublinguales (abajo de la
lengua). Estas glándulas producen saliva, la cual es vertida a la cavidad oral a través de delgados conductos. La
saliva es un líquido que contiene muchos iones y algunas enzimas. Es probable que su función principal sea
humedecer y lubricar las partículas de alimento. Sin embargo, también contiene una amilasa (antes llamada
ptialina). Aunque la amilasa inicia la degradación de los
almidones ingeridos, la comida masticada llega rápidamente al estómago y una vez ahí, los ácidos estomacales
no tardan en inhibir la degradación del almidón iniciada
en la boca. La saliva también ejerce una acción antibacteriana en la boca y mantiene en control muchas bacterias dañinas.
Ver, oler y paladear la comida provocan un acto reflejo en las glándulas salivales, que empiezan a secretar
una mayor cantidad de saliva. Esta es la respuesta descrita por la expresión "hacérsele a uno agua la boca". Incluso imaginar ciertos alimentos, por ejemplo el jugo de
limón, provoca un aumento del flujo salival.
En casi todos los animales (Fig. 16.2), inmediatamente después del orificio bucal se encuentra una cámara muscular llamada faringe, la cual conduce el alimento
hacia un tubo denominado esófago. A su vez, éste lo
Fig.16.2 Aparato digestivo humano