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208 BIOLOGÍA estómago, entre éste último y el intestino delgado y, finalmente, en el ano. Cuando un esfínter se contrae, el orificio queda efectivamente cerrado. Dentro del aparato digestivo existen especializaciones para 1. El almacenamiento de alimentos 2. La degradación mecánica de los trozos de co mida ingerida 3. La degradación química del material alimenticio INGESTIÓN No es sorprendente que las adaptaciones para sujetar y afianzar a la presa se encuentren en el extremo oral y no en el extremo caudal o anal del aparato digestivo. Estas adaptaciones son: una boca con poderosas mandíbulas, dientes cortantes o triturantes y una faringe posterior que conduce el alimento hacia el ano. La trituración mecánica del alimento se realiza en la boca o bien, más adentro del aparato digestivo, en una cámara especial para ese fin. Por ejemplo, en los caracoles se observa una estructura aserrada (rádula) situada en la faringe, cuya función es desmenuzar la comida en pequeños fragmentos. En las lombrices de tierra, las aves y otros grupos de animales, una gruesa cámara muscular (molleja) situada antes del estómago o después del buche muele las partículas alimenticias y las hace todavía más pequeñas. Algunos animales tragan guijarros que, al alojarse en la molleja, facilitan el proceso de trituración. En otros casos, la molleja tiene paredes gruesas y dotadas de rebordes, los cuales efectúan el trabajo de trituración. Los vertebrados adquirieron evolutivamente los dientes como principales herramientas para sujetar, desgarrar y masticar. Los dientes son estructuras epidermomesodérmicas modificadas que están presentes en todos los vertebrados a excepción de las aves y del ornitorrinco. Cada diente es una dura y compleja unidad integrada por: una cavidad interna que contiene a la pulpa (compuesta por vasos sanguíneos, nervios y otros tejidos blandos); una capa de dentina o marfil, formada básicamente por colágena calcificada; y una dura capa externa de esmalte. El esmalte forma la superficie cortante y triturante de los dientes; se trata de una cubierta calcificada casi por completo, muy rica en apatita: Ca10(PO4)e(OH)2. En los seres humanos, los dientes forman dos arcos dentales, uno en el maxilar inferior y otro en el superior. Cada diente está firmemente asentado en una cavidad poco profunda, situada en el reborde óseo que sobresale de cada maxilar, dentro de la cual está sujeto por la red de tejidos conectivos ubicados dentro de la raíz proximal del diente. La raíz es la porción más grande del diente, la porción restante, que asoma por fuera de la encía, es la corona. En conjunto, los dientes realizan la labor de sujetar y desmembrar a la presa, desgarrar los alimentos voluminosos y remolerlos hasta el punto en que sean más fácilmente asimilables. Los dientes que realizan estas tareas varían en cuanto a tamaño, forma y número. Por ejemplo, los carnívoros presentan dientes filosos y puntiagudos, perfectamente adaptados para cortar y desgarrar. Los herbívoros cuentan con dientes más planos, configuración ideal para masticar y remoler. Debido a que las células vegetales tienen mucho más fibra (celulosa), es necesario masticarlas un largo rato para romper las paredes celulares. Los seres humanos adultos presentan en total 32 dientes. El primer conjunto de dientes, presente en los niños, tiene un número menor de piezas y éstas van mudando conforme el individuo madura. Cada maxilar del adulto posee un juego de cuatro dientes incisivos, usados para morder. En corte longitudinal, su forma asemeja una punta de flecha y se localizan en la sección media del arco dental. Este conjunto se encuentra flanqueado en ambos extremos por un canino, diente largo y aguzado, especial para desgarrar, que es mucho más largo en carnívoros como los leones y los tigres. Hacia la región posterior del maxilar, en cada lado hay un par de premolares e inmediatamente después se observan tres molares más voluminosos. Los molares y premolares son pie zas planas, dotadas con rebordes y una amplia superficie especialmente adaptada para masticar y moler el alimento. A los 16 dientes del maxilar inferior corresponden otros tantos del maxilar superior. Durante la mordedura y la masticación es indispensable una coincidencia (oclusión) casi perfecta del juego dental superior con el inferior, ya que de lo contrario el procesamiento de la comida no sería eficiente. Si la oclusión no es correcta, puede ser causa de dolor y de un procesamiento deficiente del alimento. Los dientes de los seres humanos suelen sufrir un pronunciado deterioro (caries dental). Ese deterioro se traduce en dolor, infección, absceso e incluso la pérdida de la pieza. Los factores que favorecen la patología dental son: presencia de altas concentraciones de azúcar en la boca, bacterias, cambios en el pH y mala nutrición. Durante la caries se solubilizan los cristales calcificados del diente. La incorporación de flúor al agua potable disminuye la frecuencia de la caries, al parecer por fortalecimiento de la estructura cristalina del diente y abatimiento de la producción de ácidos dañinos. Los animales que no capturan ni ingieren fragmentos o partículas alimenticias de gran tamaño presentan considerables modificaciones de su aparato digestivo. Muchos insectos se alimentan de líquidos como la sangre. Por lo general, cuentan con estructuras especialmente adaptadas para picar situadas en su extremo anterior. EJEMPLO 3 Las piezas bucales del mosquito están dispuestas en forma de un tubo especial situado dentro de otro