El método en las ciencias sociales: cómo investigar…
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Por otra parte, desde la propia ciencia pronto se comenzó a dar la
razón, al menos en parte, a Nietzsche. Así, ya desde las primeras décadas
del presente siglo, la propia Física (Max Planck, Einstein, Heisenberg, Prigogine, etc.) fue refutando las bases en las que se sustentaba la ciencia clásica, positivista y empirista. Más específicamente, fue Einstein y su teoría
de la relatividad, y fueron los desconcertantes descubrimientos a nivel
subatómico de la mecánica cuántica de Max Planck y sus colaboradores y
sucesores, los que fueron demoliendo la fe en la ciencia moderna.
Los resultados pusieron en tela de juicio la intuición de los grandes
científicos y desembocaron en una serie de interpretaciones de fenómenos totalmente extraños... Puesto que para observar electrones hay que
usar electrones, que ejercen una influencia perturbadora, es imposible
observarlos directamente y sólo podemos deducir su naturaleza. Para
algunos supuso un inquietante recordatorio de que la ciencia presenta
límites que el conocimiento humano jamás podrá penetrar. Asimismo, la
conducta de las partículas subatómicas sólo puede preverse dentro de las
limitaciones de la probabilidad, arrasando así con la certidumbre y la
determinación completa hasta entonces reivindicadas y consideradas
imprescindibles para la ciencia física... Podemos obtener tendencias estadísticas generales, adecuadas para hacer previsiones, pero el electrón
específico escapa a toda determinación y predictibilidad. El principio de
indeterminación de Heisenberg puso de relieve la situación insatisfactoria
que imperaba en los confines de la física (Stromberg, 1990, pág. 363).
Por su parte sir James Jeans en su Phisics and Philosophy (1942) señaló
una serie de relevantes consecuencias de la teoría cuántica: 1) desaparece la
uniformidad de la naturaleza; 2) se hace imposible el conocimiento exacto
del mundo exterior; 3) no se pueden representar adecuadamente los procesos de la naturaleza en el marco del espacio y el tiempo; y 4) deja de ser
posible la división clara entre sujeto y obj ]ˈH