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Cómo interpretamos la conducta social:… 43 perdurables) o a situaciones externas. Estas atribuciones son cruciales, dado que influyen poderosamente en nuestras reacciones ante los demás y nuestras decisiones en relación a ellos. Por otra parte, las teorías de la atribución analizan la forma en que explicamos la conducta de las personas y todas ellas comparten al menos estas tres suposiciones: a) Intentamos darle sentido a nuestro mundo; b) Las acciones de las personas las atribuimos a causas internas o externas; y c) Lo hacemos de maneras hasta cierto punto lógicas y consistentes, aunque, como veremos, no carentes de importantes errores y sesgos. A) Modelos atribucionales: Existen tres grandes modelos atribucionales, que Leyens y cols. (1994) denominaron «modelos prescriptivos»: 1) La psicología ingenua de la acción, de Heider: Fritz Heider (1958), psicólogo alemán que huyó de la Alemania nazi exiliándose en los Estados Unidos, fue el primer autor que comenzó a desarrollar la teoría de la atribución bajo una perspectiva netamente gestaltista y dentro de una disciplina, la psicología social, que siempre había destacado los componentes cognitivos del comportamiento humano. Heider se dio cuenta de que nuestro comportamiento depende más de nuestra percepción que de la propia realidad. Nuestra reacción a un acontecimiento, por ejemplo, dependerá más de cómo nosotros percibamos ese acontecimiento que del acontecimiento en sí. Por ello, para él la atribución, que la define como el proceso por el que «el hombre capta la realidad para tratar de predecirla y controlarla», es un momento capital en el análisis de la acción de un sujeto. Si queremos entender cómo se comporta una persona debemos entender los procesos atribucionales que utiliza. Así pues, para comprender la conducta humana es necesario conocer cómo la gente percibe su mundo social y cómo informa sobre él. La teoría de la formación de impresiones olvidaba un aspecto importantísimo: las circunstancias en que tiene lugar una conducta. Heider tratará de superar este problema. Según el contexto y las circunstancias de una misma conducta inferiremos un rasgo de personalidad u otro diferente. Más aún, un principio fundamental en el análisis de Heider es que la gente desea controlar y predecir su entorno, desea anticipar los efectos que tendrá su conducta sobre su entorno y sobre sí mismo, para saber a qué atenerse y saber cómo debe actuar. Por ello, utiliza atribuciones causales: la gente percibe la conducta como estando causada. Ahora bien, la causa de una conducta puede ser atribuida al propio actor (atribución interna) o al ambiente (atribución externa). Y estas atribuciones causales determinarán las relaciones interpersonales. Por ejemplo, la conducta de un profesor hacia un alumno que ha hecho muy mal un examen será muy diferente según que atribuya ese fracaso al medio (a una tragedia familiar en casa del niño, justo un día antes del examen) o lo atribuya al propio alumno (falta de esfuerzo, por ejemplo). Generalmente solemos hacer atribuciones internas de los éxitos alcanzados por una persona que la consideramos de alto estatus, poder, presti-