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Anastasio Ovejero Bernal
tía captar el momento subjetivo del proceso de cambio social. Sin embargo,
fue transformándose paulatinamente en un concepto casi exclusivamente
psicológico e intraindividual, tanto en psicología social como incluso en la
sociología, como consecuencia tanto de la progresiva individualización y
psicologización de nuestra disciplina como del temprano desarrollo, ya en
los años 20, de técnicas para su medición.
En todo caso, si nos ha interesado tanto, y nos sigue interesando, el
tema de las actitudes es por una razón obvia: porque creemos que está muy
estrechamente relacionado con las conductas. Lo que realmente nos interesa modificar es la conducta, pero creemos que ello lo conseguiremos
mejor modificando primero las actitudes. Como dice Stahlberg y Frey
(1990), el cambio de actitudes se concibe, no sólo en la investigación psicosocial sino también en la vida cotidiana, como un significativo punto de
partida para modificar la conducta.
Probablemente los tres temas más estudiados en psicología social hayan
sido éstos: los grupos, la influencia social y las actitudes. Pues bien, si algunos afirmaban que era la influencia social el aspecto central de nuestra disciplina, también se ha llegado a decir, por ejemplo G. Allport, que el concepto de actitud es el más importante y el más frecuentemente utilizado en
psicología social e incluso algún psicólogo social, como por ejemplo
Collins, ha defendido que la psicología social es el estudio de las actitudes
sociales. De hecho, la bibliografía sobre este tema es ya prácticamente inabarcable. Ya Newcomb (1966, pág. 168) en un trabajo de 1956 estimaba
en 9.426 los artículos y 2.712 los libros aparecidos en inglés en los treinta
años anteriores, y el ritmo de publicaciones ha continuado siendo cada vez
mayor y, aunque hubo un importante descenso durante los años 70 (Lamberth, 1980), luego volvió a crecer, hasta el punto de que las últimas revisiones del tema (Eagly y Himmelfarb, 1978; Cialdini y cols., 1981; Cooper
y Croyle, 1984; Olson y Zanna, 1993; Petty y cols., 1997) indican que ese
descenso duró poco tiempo, de tal forma que hacia 1977 ya ascendió de
nuevo y no ha dejado de hacerlo hasta el momento.
Concepto, definición y naturaleza de las actitudes
En psicología social, el concepto de actitud constituye una sutil
trampa intelectual. Sin duda no existe ningún otro campo en que las
investigaciones descriptivas (encuestas), fundamentales (experimentos),
metodológicas (escalas de medición) sean tan numerosas, pues cubre toda
la historia de la disciplina hasta nuestros días. Y no obstante, no hay concepto que haya sido objeto de tantas definiciones diferentes. Para ciertos
autores, este concepto es indispensable, para otros, inútil. En suma, se
hacen numerosos y serios estudios sobre las condiciones y los procesos
del cambio de actitudes, pero se ignora lo que son estas últimas y este
hecho parece carecer de importancia (Montmollin, 1985, pág. 118).
De ahí que nosotros sí le demos importancia.