Capítulo XII
Las actitudes
Introducción
Es éste uno de los temas más clásicos de la psicología social y, a la vez,
de los más actuales así como uno de los que más investigación recibe y
sobre el que se publica un número creciente de trabajos, incluyendo algunos interesantes libros como los de Eagly y Chaiken (1993), Shavitt y Brock
(1994), Stiff (1994), Petty y Krosnick (1995), etc. De hecho, no hace
mucho escribían Olson y Zanna (1993, pág. 118) en su revisión en el
Annual Review of Psychology: «Estamos abrumados por la gran cantidad
de artículos y capítulos sobre actitudes que han aparecido a lo largo de los
últimos tres años», viéndose obligados a excluir varios cientos de ellos para
poder hacer la revisión. Algo similar podrían decir quienes hicieron la
última revisión del Annual (Petty y cols., 1997) o la de Petty y Wegener
(1997) en la 4.ª edición del Handbook of Social Psychology. «Las actitudes
tal vez sean el concepto más interdisciplinar de las ciencias sociales. Los
economistas dedican gran atención a las actitudes de los consumidores...
Los politólogos usan las actitudes como su principal medida de las preferencias políticas y como predictor de la conducta de voto. Los sociólogos
caracterizan la sociedad sirviéndose de las distribuciones de actitudes, asumiendo que los cambios en estas distribuciones son indicadores de cambio
social» (Latané y Nowak, 1994, pág. 219). Y desde luego, el concepto de
actitud «es probablemente el más distintivo e imprescindible... en la psicología social norteamericana contemporánea» (Allport, 1954, pág. 43). Es
más, de alguna manera casi podemos decir que la psicología social, tal
como la conocemos en este siglo XX, nace en los Estados Unidos y lo hace
como estudio de las actitudes, de la mano principalmente, en sus inicios,
de Thomas y Znaniecki (1918), para quienes el concepto de actitud permi-