La influencia de las minorías activas
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es ya más sorprendente, se incrementa con el tiempo. La explicación propuesta es la siguiente:
Inicialmente los sujetos desestiman el mensaje debido a que proviene
de una fuente de baja credibilidad, y por tanto suprimen cualquier cambio de actitud que pudiera resultar del mensaje mismo (esto habría ocurrido si los sujetos no hubieran conocido nada acerca de la credibilidad
de la fuente). Sin embargo, los sujetos olvidan en seguida quién proporcionó la información. Es decir, la fuente y el mensaje se disocian en la
memoria. Como resultado de esto, el mensaje produce una actitud de
cambio retardado debido a que la clave desestimada (fuente de baja credibilidad) no está muy pareja con el contenido del mensaje (Perlman y
Cozby, 1985, pág. 107).
Ya en el campo de la innovación, pronto mostró Moscovici (Moscovici,
Lage y Naffrechoux, 1969) que la minoría ejerce una influencia más importante sobre el código perceptivo de los sujetos que sobre sus evaluaciones
explícitas, lo que explica que su influencia sea más a un nivel latente que
manifiesto, incluso sin ser conscientes de tal influencia los propios sujetos.
Aunque los miembros de la población rechazan, en principio, el punto de
vista de la minoría, ya que no desean ser identificados con ellos, sin
embargo la coherencia y la certeza con que se afirma esta respuesta van a
desencadenar un proceso de validación, o sea, un esfuerzo intelectual y
perceptivo intenso. En consecuencia, difícilmente la minoría ejercerá su
influencia durante la interacción, pero resulta más fácil cuando desaparece
el peligro de ser clasificado como desviado. Es decir, confrontados con las
mayorías, los sujetos llevan a cabo una comparación social de sus respuestas con las de la mayoría, y tienden a resolver el conflicto social de una
forma manifiesta y abierta: conformándose públicamente a las respuestas
de la mayoría. Por el contrario, cuando se ven confrontados con una minoría, no hacen esa comparación en el plano público, sino que se centran en
el objeto e intentan buscar una definición válida de ese objeto para el que
las minorías son o proponen una alternativa, lo que constituye una poderosa fuente de cambio, con lo que, además, las minorías pueden estimular
el pensamiento creativo en tareas de solución de problemas (Mucchi-Farina
y cols., 1991; Nemeth, 1992). Además, un fenómeno psicosocialmente tan
interesante como la conversión religiosa o política no habría podido ser
estudiado adecuadamente, a nivel psicológico y psicosocial, sin los estudios
sobre la innovación, lo que demuestra lo fértil que puede ser este campo
de investigación de la influencia minoritaria.
d) Naturalización: ya hemos dicho que el grado de influencia que
ejerce una minoría depende fundamentalmente de cómo sea interpretada la
consistencia de su conducta. Pues bien, se llama naturalización al hecho de
que la desviación y la consistencia de la minoría se interpretan como debidas a propiedades estables, naturales e idiosincrásicas de esa minoría. Esta
naturalización puede tomar diversas formas: biologización (porque es negro,
porque es mujer, etc.), psicologización (es su carácter, es paranoico, etc.) o