Test Drive | Page 182

La influencia de las minorías activas 183 nueva perspectiva sobre la desviación. Hasta ahora sólo se había estudiado a los marginados y a los desviados pasivos, ahora se comienza a estudiar también a los activos, o sea, a las minorías activas que, solas, son capaces de cambiar la sociedad. Los rasgos específicos de la innovación Sabemos que, a pesar de lo penoso que suele ser el estar en minoría (Kruglanski y Webster, 1991; Trost y cols., 1992), las minorías existen, y a veces hasta son influyentes. Es fácil entender por qué las mayorías tienen tanta influencia (son numéricamente superiores, poseen un fuerte control normativo sobre sus miembros, tienen poder, etc.), pero ¿cómo explicar la influencia de las minorías? ¿Cómo es posible que una minoría, incluso de uno solo, ejerza influencia sobre la mayoría? Pues no olvidemos que además de que la minoría carece de la fuerza numérica, del poder y de la competencia necesarios para imponer su punto de vista a una población, suelen ser despreciados y puestos en ridículo, de tal forma que cuando presentan sus ideas, nadie les presta atención. Y, sin embargo, los archivos de la historia están llenos de ejemplos de movimientos innovadores protagonizados por individuos y subgrupos minoritarios, carentes de poder y competencia reconocidos. ¿Cómo lo consiguieron? ¿por qué es realmente tan influyente la minoría? La respuesta la da Moscovici ya en sus primeros trabajos sobre el tema (Faucheux y Moscovici, 1967; Moscovici, Lage y Naffrechoux, 1969): por su estilo consistente de comportamiento. Un comportamiento consistente que rechace el consenso llevará a los miembros de la mayoría a atribuir tal comportamiento a propiedades del individuo que lo adopta y, en consecuencia, se le atribuirá firmeza y compromiso en su posición, lo que les llevará a tomar nota de la posición de la minoría en tanto que solución de recambio a su propio punto de vista, a emprender un proceso de validación y, finalmente, a reexaminar el objeto del juicio a fin de buscar en su seno estas propiedades que motivan el comportamiento de la minoría» (Doms y Moscovici, 1985, pág. 98). Y es que, como dice el propio Moscovici, las minorías pueden ser fuentes efectivas de influencia, a condición de que su estilo de comportamiento sea percibido como el reflejo de su consistencia, de su seguridad y de su compromiso respecto a un punto de vista, como constató él mismo en el experimento clave para el desarrollo de esta línea de investigación (Moscovici, Lage y Naffrechoux (1969). En efecto, una minoría consistente puede influir en los juicios públicos de los miembros del grupo mayoritario. La consistencia, pues, es fundamental y hasta necesaria, pero no suficiente. Hay que tener en cuenta también, como mostró Nemeth, cómo sea interpretada esa consistencia por los miembros de la mayoría. La consistencia de la minoría puede interpretarse como reflejo de una fuerte convicción interna, pero también puede interpretarse como reflejo de dogmatismo y tozudez. En definitiva, para que