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Anastasio Ovejero Bernal
que, evidentemente, no coincide, ni tiene por qué coincidir, con otros
manuales publicados; b) escribir un libro ameno, dado que la amenidad es
una de las principales condiciones básicas para «encandilar» al lector, sobre
todo si son los alumnos, y, por consiguiente, para motivarlos a leer o estudiar estas páginas; y c) finalmente, desearía que la amenidad no fuera en
absoluto impedimento ni excusa para no hacer un libro de la suficiente
calidad académica y científica como exige un texto universitario. En definitiva, pretendo alcanzar el no fácil objetivo de elaborar un libro adecuado
científica y académicamente, como instrumento útil para la docencia universitaria, y a la vez ameno para los estudiantes e interesante incluso para
el público en general, dado que los temas aquí tratados, todos ellos dirigidos a entender las relaciones interpersonales, interesan a todo el mundo.
Pero, ¿qué es la psicología social? No es tan sencillo responder a esta
aparentemente fácil pregunta. Ante todo digamos que es una disciplina
fronteriza. En consecuencia, y dado su carácter fronterizo, el enfoque
sociopsicológico es tremendamente útil no sólo para los psicólogos sino
también para sociólogos, antropólogos, etc., ya que pretende echar luz
sobre la influencia de las fuerzas sociales en las vidas de los individuos, así
como ayudarnos a entender aquellos problemas de la humanidad que tienen un origen social, así como su incidencia en la vida cotidiana. En esta
línea, estoy plenamente convencido de que un buen manual de psicología
social no sólo debe enseñar los conceptos básicos de nuestra disciplina sino
también mostrar cómo operan esos conceptos en la vida cotidiana, como
he intentado hacer en este libro.
En todo caso, estudiar psicología social y aplicarla a problemas reales es
lo que, de alguna manera, hacemos todos a nivel intuitivo, comportándonos como auténticos psicólogos sociales «amateurs»: por ejemplo, continuamente interactuamos con otras personas y analizamos su comportamiento así como el nuestro propio, preguntándonos, ¿por qué actúo de
esta manera? ¿qué vio en ella para enamorarse de tal manera?, etc. Pero
tales preguntas los psicólogos sociales se las hacen de forma sistemática y
buscando respuestas, ocupándose de temas como los siguientes: por qué la
gente se comporta violentamente en los estadios de deporte; por qué las
modas son tan influyentes; cómo se forman los estereotipos y cómo surgen
los prejuicios raciales; a través de qué procedimientos la publicidad y la
propaganda ejercen su enorme poder de influencia; cuáles son los efectos
de la televisión sobre la formación de niños/as y adolescentes; por qué se
divorcia la gente, cómo es posible que la gente sea tan agresiva en ciertas
situaciones, etc. También se van a ocupar de aplicar sus conocimientos a
solucionar y prevenir problemas sociales reales en los campos educativos,
sanitario, laboral, judicial, etc. En resumidas cuentas, la función de la psicología social es, de entrada, doble: por una parte, aumentar nuestros
conocimientos sobre la naturaleza humana y el comportamiento de hombres y mujeres, y por otra, ayudar a la mejora de la calidad de vida. Y es
que el ser humano es, ante todo, un ser social, que ama, odia, se relaciona
con los demás, etc. En consecuencia, en este libro estudiaremos temas