melancolía el tiempo en que era como ese chico, en que podía ir a un parque a leer
un libro, anónimamente, sin que nadie lo controlara o manoseara.
Sócrates y Sartre. Los dos feos, los dos odiando su cuerpo, sintiendo repugnancia
por su carne, ansiando un mundo transparente y eterno. Quién puede inventar el
platonismo sino alguien con tripas rellenas de mierda?
Creamos lo que no tenemos, lo que ansiosamente necesitamos. Bien, no todas eran
señoras gordas, y no todas las señoras eran gordas, qué tanto embromar. Había
estudiantes, muchos estudiantes, gente de verdad