Test Drive | Page 327

—Éste será el centro de tu realidad, desde ahora en adelante. Todo lo que hagas o deshagas te volverá a conducir hasta aquí. Y cuando no vuelvas por tu propia voluntad, nosotros nos encargaremos de recordarte tu deber. Entonces se calló y Soledad se quitó la túnica, con movimientos lentos y rituales. A medida que levantaba su vestidura, con los brazos cruzados y en alto, fue surgiendo su cuerpo de anchas caderas, su cintura estrecha, su ombligo y luego, finalmente, sus pechos, que oscilaban con los movimientos. Una vez desnuda se arrodilló sobre el camastro en dirección a S., lentamente echó su cuerpo hacia atrás, mientras abría sus piernas y las estiraba hacia adelante. S. sintió que allí estaba en ese momento el centro del Universo. R. tomó el farol